ALBA
De nuevo irán surgiendo canciones prematuras.
Quizás delante nuestro no vendrán cosas cálidas.
La memoria del tiempo tendrá copias del día.
Ya se habrán deshojado del todo las palabras.
Será larga esta noche, tan larga como siempre
que velamos ausencias hasta las madrugadas.
Volveremos a vernos con las últimas sombras
y otra vez habrá pájaros muertos en la mañana.
VIGILIAS
Afuera
hay un ruido del tiempo.
Hay un silencio del presente.
Y hay un quedarse quietos para ver
cómo sucede todo.
Esperando, encendiendo fuego, tomándose las
manos en la oscuridad del amanecer,
aguardando música y olvidando palabras.
La fiebre de la calma
deambula desde aquí hasta el horizonte.
Vuelve a pasar el viento
y se pierde en los cráteres, saltando
cantando, solo, a la distancia.
Afuera
pasan las cosas.
Estas cosas de adentro.
Y se desatan
en un incendio largo, interminable
suave, devastador.
EDUARDO GREGORIO
Nota: El texto seleccionado fue tomado de la edición Suplemento “Mendoza Cultural”, Año III, No.119 de Diario “Mendoza”, Mendoza, 6 de Setiembre de 1981.
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