AL ESCRITOR ARGENTINO
HÉCTOR TIZÓN
-21 de octubre de 1929 - Jujuy - 30 de julio de 2012-
El minotauro
Cuando los hombres llegaron, hacía muchos años que estaba solo en el lóbrego recoveco del meandro más oscuro de su cueva. El acceso al laberinto había sido descubierto y divulgado en leyendas relatadas por todo el mundo con infinitas variantes, y entonces el Minotauro decidió abandonar su antigua morada en la caverna porque allí ya ni siquiera anidaba el pasado, y probar suerte afuera.
Los comarcanos, al verlo andar por la pradera, evitaban mirarlo a la cara. Nadie le habló. Durante mucho tiempo deambuló por los caminos, de noche, porque prefería dormir las horas del día entre los pajonales. A veces, los perros, nerviosos o excitados, que sin embargo se mantenían a distancia, alborotaban un poco; los muchachos frecuentemente se burlaban llegando algunos a arrojarle piedras, y le preguntaban: “¿Pero qué eres, hombre o toro?” Sólo los niños pequeños se animaban a acercarse a él y lo observaban como a un prójimo, sin escándalo aunque con curiosidad. Tampoco las muchachas le temían y, al contrario, comenzaron a acercarse a él, en vísperas de sus bodas para posar un dedo en sus cuernos, porque se había propagado que eso daba suerte en el matrimonio.
Buscó trabajo sin cesar, pero sin hallarlo. Sólo una vez lo contrataron, en un circo, para desempeñarse como una especie de gladiador, pero allí duró poco y lo echaron porque el público se burlaba de él ruidosamente.
Desde entonces pudo malvivir únicamente de la caridad de los frailes y de algunos hurtos famélicos.
Hasta que una mañana, en que había quedado dormido junto a un matorral de hortensias, exhausto y ya quizás abandonado a su suerte, una anciana, dándole pequeños golpes en la espalda con su bastón, lo despertó. Cuando él comenzó a levantarse con esfuerzo, le dijo: “No te vayas, espera. ¿De dónde has salido?”. Después lo invitó a entrar a la casa y le dio un plato de sopa caliente.
La vieja, que tenía y regenteaba una casa de mala fama, y que ella misma había sido una de las mayores pecadoras de este país, lo aceptó, al enterarse que era mudo y eunuco, para que oficiara de menestral. Allí envejeció y el mundo se olvidó de su leyenda.
Una tarde, antes de que llegaran los clientes, la vieja, que se calentaba las manos cubierta de sabañones a la lumbre del brasero, le dijo: “Sabrás que en mi vida he conocido muchos hombres, demasiados, pero juro que nunca había visto uno con cabeza de vaca”.
El minotauro envejecía, aunque no como todos y andando el tiempo fue ascendido a portero de noche; usaba una chaqueta escarlata con alamares. El prostíbulo pasó a ser conocido con su nombre y todos los ciudadanos terminaron por aceptarlo como uno más e incluso a tenerle cierto afecto. Pero a él, a solas con la propietaria, en las tardes, se le notaban por momentos los ojos humedecidos, como con cierta tristeza, hasta que un día la anciana, cuyos pecados la habían hecho sabia, le advirtió: “No te apenes, ni quieras ser como los otros. En realidad, Dios hizo al mundo como pudo; no debe pedírsele más”.
Héctor Tizón
Héctor Tizón (Yala, Jujuy,21 de octubre de 1929 - Jujuy, 30 de julio de 2012) fue un escritor,periodista, abogado y diplomático argentino.3
Entre 1943 y 1948 vivió en Salta, donde cursó el secundario y publicó sus primeros cuentos en el diario El Intransigente. Formó parte de el grupo regional La Carpa grupo formado en la década de 1940 por las provincias del noroeste argentino.
En 1949 se radicó en La Plata. Diplomado en Derecho en el año 1953, inició en 1958 su carrera diplomática. Fue agregado cultural en México, donde se vinculó con los escritores Juan Rulfo,Ernesto Cardenal, Ezequiel Martínez Estrada, Augusto Monterroso y Tomás Segovia, y cónsul en Milán.
Abandonó la diplomacia en 1962 y, de regreso en Argentina, desempeño brevemente el cargo de ministro de Gobierno, Justicia y Educación.
Dirigió el diario Proclama. En 1976 se exilió en España, donde trabajó en editoriales, diarios y revistas.
Afiliado a la Unión Cívica Radical, representó como convencional a su provincia en la Convención Nacional que reunida en Santa Fe sancionó la reforma constitucional de 1994 integrando el bloque radical presidido por Raúl Alfonsín. A mediados de la década de 1990, a instancias de la minoría radical, la legislatura jujeña lo designa Juez de Superior Tribunal de Justicia, como Juez Decano, y vicepresidente del cuerpo.
Viajó largamente por el mundo; como embajador de 1958 a 1962, como exiliado de 1976 a 1982, pero "su lugar en el mundo", al que volvía una y otra vez, fue Yala, provincia de Jujuy, donde se radicó tempranamente cuando su padre fue nombrado jefe de la estación local.
Su primer libro fue publicado en México en 1960, A un costado de los rieles. Parte de su obra, siempre fiel a sus raíces y su lugar de origen con sus mitos e historias, ha sido traducida al francés, inglés, ruso, polaco y alemán. Su obra ha sido distinguida con varios premios,4 incluyendo el de «Brillante», así como con los de «Consagración Nacional», Academia de Letras, «Gran Premio de Honor» de la Sociedad Argentina de Escritores, y del Fondo Nacional de las Artes; fue declarado ciudadano ilustre y recibió una medalla por su trayectoria, labor y virtud a su extensa obra de gran importancia para la literatura universal.
Recibió la condecoración de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia.
Estaba casado con la filóloga Flora Guzmán.
Una calle de Palpalá, Jujuy, lleva su nombre.
Obras
- A un costado de los rieles (1960) Relatos
- Fuego en Casabindo (1969) Novela
- El cantar del profeta y el bandido (1972) Novela
- El jactancioso y la bella (1972) Relatos
- Sota de bastos, caballo de espadas (1975) Novela
- El traidor venerado (1978) Relatos
- La casa y el viento (concluido en España en 1982, publicado en Argentina en 1984) Novela
- Recuento (1984) (antología personal) Relatos
- El viaje (1988) Novela
- El hombre que llegó a un pueblo (1988) Novela breve
- El gallo blanco (1992) Cuentos
- Luz de las crueles provincias (1995) Novela
- La mujer de Strasser (1997) Novela
- Tierra de frontera (1998) Ensayo
- Obra completa (1998)
- Extraño y pálido fulgor (1999) Novela
- El viejo soldado (escrito en el exilio, publicada en 2002) Novela
- La belleza del mundo (2004) Novela
- No es posible callar (2004) Ensayos
- Cuentos completos (2006)
- El resplandor de la hoguera (2008) Memorias