SOL, LUNA Y DESIERTO
Donde las estaciones
dan vueltas de ruecas
y el invierno y el verano
son sólo humedades diferentes,
el sol está ahí, siempre,
como colgado de una ciega
geografía,
abandonado
como un terrible juguete,
sobre nuestras cabezas,
hasta que la noche
-poco a poco fría-
nos hace agradecer
la forma de la luna,
el broche
pálido de una piedra altiva,
que nos recuerda que hay
un mañana,
y que el sueño
es la dificultad
de estar con vida.
JULIO ÁLVAREZ
ELEMENTOS
Aire, aire,
cuando la angustia es grande.
Fuego, fuego,
cuando el tiempo es vuelo.
Agua, agua,
cuando la sangre es fragua.
Tierra, tierra,
cuando la carne es piedra.
ZORAIDA GONZÁLEZ ARRILI
Nota: Los textos seleccionados fueron tomados del “Suplemento Dominical” de Diario “La Prensa”, Buenos Aires, 25 de Enero de 1987.
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