Creada en la Ciudad de General Alvear, Provincia de Mendoza, en el año 1935.

viernes, 31 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: GLADYS  GUERRERO

DE JULIETAS, ROMEOS Y PALABRAS

“Ayer Julieta ha denunciado a Romeo
por malos tratos en el juzgado”
“Llueve sobre mojado” (Sabinas-Páez)

XX.
Dulces, dulcísimas,
complicadas,
apasionadas,
a medio llenar,
vaciadas.

Víctimas, victimarias,
enojadas,
suicidas,
surrealistas como un
cuadro de Miró
con bailarinas de Degas
lanzando S.O.S. desde el agua.

Luminosas,
sombrías, divertidas,
tiernas al
punto de llorar
por el efímero beso de una rosa
y por el beso
y por la rosa.

Jugosas, pulposas,
flaquísimas,
con títulos,
sin títulos,
ancladas.
Eróticas,
coléricas,
levísimas,
con pelos en
el pubis, las piernas,
las axilas,
depiladas.

Con olor a
trópico, a océano,
a isla de mar,
a útero,
a tierra mojada.

Valientes, vulnerables,
angustiadas,
sin hijos, con arrugas, con deseos,
deshojadas.

Con kilos de más, con miedo,
con dolor de ovarios,
perfumadas.

Solísimas de toda soledad,
acompañadas,
culposas, culpables,
exitosas,
envidiosas, vanidosas, envidiadas,
etéreas, carnales, sublimes,
atomizadas.

Amantes, amantísimas,
malamadas,
descalificadas, amordazadas,
embarazadas de melancolía,
de hijos, de sueños,
de plumeros, de escobas,
con las alas del alma
encadenadas.

Guerreras dispuestas al combate,
en reposo,
con marcas en el cuerpo,
extenuadas.

Tristes, aburridas,
patéticas, inquietas,
sedientas
Julietas
con hambre de amor
desesperadas.



“Esta vez yo quería quererla querer
y ella no”
(“Diecinueve días y quinientas noches”, J. Sabinas)

XY.
Confundidos, confundidísimos,
soberbios,
anémicos,
vulneradores,
vulnerados.

Víctimas, victimarios,
genitales,
descalificadores,
descalificados.

Realistas como ese personaje de Fellini
que entre las pródigas tetas de una gorda
se acuna satisfecho
mirándose el tatuaje.

Apasionados de todos los deportes
de ESPN, de TyC Sports, de Fashion tv,
de lomos, lolas y colas,
del control remoto
para el zapping.

Inteligentes, prácticos, elementales,
bromistas, machistas, feministas,
silenciosos, ocupados,
pre-ocupados.

Con un Cero Kilómetro en cuotas,
a pie en subte, en colectivo,
en bicicleta,
con el autito usado que compraron
o heredaron.

Calentones, negadores,
tímidos, cobardes,
arrojados como Légolas,
Boromir o Aragorn,
pasionales.

Con pelos en el pecho,
las manos, la nariz,
coronando el falo,
lampiños,
avergonzados.

Acompañadísimos de toda soledad,
aterrados de sus deseos de amor,
de aprobación,
idiotas afectivos,
solitarios.

Con pánico de perder su libertad,
su poder mínimo,
la dignidad,
el trabajo.

Abúlicos, bucólicos,
vitales,
soñadores,
¡Buon giorno principessa!
románticos.

Pacíficos, mal amados,
des-amados,
bien amados,
inseguros dulcísimos
carteros de Neruda
metaforeando palabras,
caricias,
y besos por el aire.

Con cuerpos trabajados de
gimnasio,
pavor a la impotencia,
a la eyaculación precoz,
a la esterilidad,
al cáncer prostático.

Vencidos vencedores de mil guerras,
ausentes, patéticos,
inquietos,
desolados.

Con olor a monte,
a testosterona,
a pis entre matorrales,
a mundos ajenos,
a semen diseminado.

Marineros nostálgicos de barriga cervecera,
piratas expulsivos con pata de palo,
abandónicos, cínicos,
distraídos
Romeos
sabios.

Sabios al punto de saber
que sólo la calidez de una vagina
atempera el frío de un afuera
casi siempre hostil,
helado.

GLADYS  GUERRERO

Nota: Los textos seleccionados fueron tomados del suplemento  “Cultura” de Diario Los Andes,  Mendoza, 18 de Febrero 2006.

jueves, 30 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: MARIELA LAUDECINA

ES MUY SIMPLE

No hace falta
que te desvistas.
Bailemos
un tango criminal
que mi espalda es un violín
de esos
que alguna vez
tocó
el peor alumno.

ACERTIJO

Cómo hacer para que la muerte
no se enrede entre mis sábanas.
Desdoblar este odio-pasión
esta dulce-sal
y la quietud temblorosa
de este desierto blanco.
Cómo hacer para agolparme
a la revolución de tus andares,
y andar,
con el bautismo cándido
del sudor entre las manos.

MARIELA LAUDECINA

Nota: Los textos seleccionados fueron tomados del suplemento dominical  “Cultura” de Diario Los Andes,  Mendoza, 20 de Agosto 2000.

LECTURAS DE ARCHIVO: SUSANA TAMPIERI

LA VIDA

Si preguntan mis amigos: ¿qué es la vida?
diré: es un insolente training a la muerte,
un aparatoso prólogo sin texto,
un sucesivo mutis de personajes necesarios,
un desatino con perfume a incienso,
una debilidad rotular ante el misterio.
Cóncava y convexa: un disloque visual
como un reloj de sol en noche oscura,
una burla al párpado de la nada,
un estruendoso monólogo sin público,
el guantazo de un ignoto duelista,
un Caín y un Abel; un Calibán y un Ariel.
Un contrato trampas al Derecho, 
un bacilo, un virus o un gene fugitivo.
Una estructura con mil fallas secretas,
una vieja broma de un añoso juglar,
una reacción química de infinitos resultados,
un complot  de células voluptuosas,
un coro compuesto tan sólo de solistas,
un cosquilleo en la pulpa del cerebro…
pero, amigos, sólo ella me sugiere a Dios
y ella y sólo ella sostiene mi mano al escribirlo.

SUSANA TAMPIERI

Nota: El texto seleccionado fue tomado del suplemento dominical  “Cultura” de Diario Los Andes,  Mendoza, 13 de Diciembre 1998.

lunes, 27 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: VARIOS

RAMAS INFINITAS

Tal vez enlacen sus brazos invisibles
estiren hasta quebrar
el dibujo de sus sombras.
Tal vez hagan piruetas
en las noches sin luna
soñando con un viento
que al fin los abrace.

Esbeltos, casi desnudos,
se mirarán por siempre,
sin poder tocarse.

ADRIANA AMBROSIONI

ENDEBLE

Deshago a la distancia
aquello que golpea.

Me lleva,
en una caricia perentoria
el aleteo de un grito
en la mirada.
Acallando pasos
trato de sostener
lo cotidiano
por un rato.

ALEJANDRO ARCHAIN

Nota: Los textos seleccionados fueron tomado de “EL JABALÍ” Revista Ilustrada de Poesía, Año VII, No. 12,  Buenos Aires, Agosto 2001.

domingo, 26 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: OSVALDO SOSA CORDERO

FAENA DE VIENTO NORTE

La vida tiene veinte años,
es mujer y huele a vicio;
se la juega porque sí
Qquien se ríe del destino.
La muerte está en la botella
y el cuchillo está en el cinto.
Con el luto en las espaldas
y el presagio en el silbido,
borracho de norte y soles
por los montes y caminos
dando tumbos anda el viento
como un mocetón perdido.
La muerte está en la botella
y el cuchillo está en el cinto.

Por sombras de los palmares
vienen rencores dormidos.
Marte le tiende a la Luna
su fino puñal rojizo.
La veleta del boliche
mira el sur con su gallito.
Una cordiona sombría
estruja un son campiriño
y allá salta un sapukai
como un borbotón de vino.
La noche está traspasada
por una urdimbre de filos;
las estrellas son pupilas
brillantes de maleficio.
Dos payés miden su fuerza
bajo el abrazo del cinto
y en el  boliche se encienden
candiles de desafío.

La muerte pasó a las copas,
de las copas al cuchillo;
ocho golpes, cuatro cauces
que ruborizan el piso…
Buscó un simple porque sí
para clavarle el colmillo
y se cuaja de amapolas
sobre dos pechos macizos.

(Por la puerta del boliche
se va el viento enmudecido
pisando los tibios ceibos
de los cuagulados ríos,)
Dos payés contra arma blanca
se quedaron ateridos;
los palenques se prolongan
hacia el cielo como cirios;
la Luna devuelve a Marte
su fino puñal rojizo
y la muerte en la botella
sigue pidiendo cuchillos.

OSVALDO SOSA CORDERO

Nota: El texto seleccionado fue tomado de la revista “PROA en las Letras y en las Artes”, Tercera Época, No. 21,  Buenos Aires, Enero-Febrero 1996.

sábado, 25 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: MARÍA ELENA WALSH

DE MIS TIEMPOS

En mis tiempos había tiempo.
Recuerdo bien que por ejemplo
la higuera derramaba esparcimiento
y una rosa nos duraba
mucho más que cualquier empleo.
Por otra parte las siestas
se pedían prestadas a la muerte.

Quizás el tiempo era como las frutas,
se regalaba a los vecinos
después de verlo madurar.
Se compartía en las veredas,
entre abanicos y señores
de sosegada camiseta,
mientras parsimoniosamente
iban escobas y venían
amontonándolo como importante.
Y la eternidad, sentadita
en su silla de paja, porque sí.
es que era siempre tan temprano
y tan segura la abundancia,
la inundación de treguas oportunas,
que se guardaba el tiempo en los sombreros
y un día se lo derrochaba todo
en un solo saludo, saludando.

Uno viajaba en libro a todas partes
y visitaba diferentes ocios;
el de al lado, el de enfrente, el de las tías.
No se había inventado
el maleficio de la prisa, no.
De ninguna manera. Los espejos
esperaban de sobra
que uno peinara su pausado pelo,
que uno se terminara de encontrar.
El tiempo era un perfume y no venía
nadie a medirlo ni guardarlo en cajas.
Los trenes todo lo que hacían
era aludirlo en los horarios.

Se podía llorar a gusto
porque eran lentos los rincones,
o quizás porque había aún macetas
donde depositar una lágrima
sin que las flores se opusieran.
O porque la llovizna hablaba
en un idioma sin resentimiento.

Todos usaban tiempo y lo perdíamos,
cómplices de su lujosa concurrencia,
y hasta el hastío
era un modo de ser de los balcones
que enternecía delicadamente.

Creo que todavía queda un poco
de tiempo verdadero, pero lejos.
Pero muy lejos, en algunos patios,
refugiado en aljibes.
Se queda todavía en niños solos
que reinan sobre umbrales
y en la lustrada majestad del gato.
Supongo, ya no sé, nada sabemos.

Tiempo sin ser castigo.
Yo llegué a conocerlo: está enterrado
en lo más vivo de mi corazón.

Después vinieron los Relojes.

MARÍA ELENA WALSH

Nota: El texto seleccionado fue tomado de la revista “PROA en las Letras y en las Artes”, Tercera Época, No. 19,  Buenos Aires, Septiembre-Octubre 1995.

viernes, 24 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: Varios

POEMA VI

Sabemos que vamos a morir
esa es la única certeza que nos queda
a partir de ahí
edificamos el miedo y la derrota
en los lechos del mundo
construimos una casa
con los reflejos del agua
ponemos los cimientos de la tierra
construimos y destruimos con facilidad de un niño
que juega a ser grande
pero no nos tragamos más
esa miserable historia del destino
y sus quimeras
acaso porque sabemos desde siempre
que la vieja moneda del adiós
seguramente estará esperándonos
en cada puerta de salida.

FRANCISCO GALÍNDEZ


DESOCUPADOS

qué vamos a hacer esta mañana
esta semana este mes esta existencia?

qué vamos a hacer con estos brazos
absurdamente mudos por la espera?

para qué tanto sol
quemando este año sin destino?

crece la ciudad en sus sonidos
buscando inútilmente nuestros pasos

cuántas noches de impotencia
tendremos que pagar por tanto olvido?

cuántas veces tendremos que morir
desheredados del trigo y del martilllo?

alguien trazó un margen un vacío
de oficio sin sombra ni señales.

RUBEN AMAYA


Nota: Los textos seleccionados fueron tomados de la revista “PROA en las Letras y en las Artes”, Tercera Época, No. 16,  Buenos Aires, Marzo-Abril 1995.

LECTURAS DE ARCHIVO: ROBERTO ALIFANO

OCULTO DESAMPARO

Mis manos han gozado
la blancura que en ti se abrió hechizada.
Tanto amor a tus ojos
¿para qué?
Muy solo en esta pena
me verás ya vencido
sembrándole una música a la brisa,
donde crece la sombra
solitaria.

Vencido de tu ayer
el tiempo dejará otra niebla fría,
y yo quisiera detener febrero.
Me duele el río triste de tu cuerpo,
la fragante ternura de tu frente..
¿Cómo la angustia librará del sueño
y de esa rosa ya definitiva?

Pero más cerca aún está el otoño,
entristecido y gris,
dorado de hojas muertas,
con un olor final de despedida.

¿Qué cielo inmenso nos varé reunidos
separados por siempre de la noche?

ROBERTO ALIFANO

Nota: El texto seleccionado fue tomado de la revista “PROA en las Letras y en las Artes”, Tercera Época, No. 17,  Buenos Aires, Mayo-Junio 1995.

LECTURAS DE ARCHIVO: HORACIO REGA MOLINA 

BALADA DE LA LLUVIA

Llueve, llueve, llueve, música de llanto,
música de llanto la lluvia deshoja.
La lluvia es un agua para el que se moja,
más, para nosotros, la lluvia es un canto.

Acerca a los vidrios tu cabeza rubia,
y escucha su ritmo que vibra en la sombra.
La lluvia se nombra, la lluvia se nombra,
la lluvia parece que dijera: lluvia…

Baja con un ruido profundo, profundo…
Sobre el cielo raso tiembla una gotera…
¡Qué lluvia tan rara! Parece que fuera
la primera lluvia que cae en el  mundo.

La tarde, la tarde se llena de cielo.
La tierra mojada su fragancia efluvia.
La lluvia se ha ido, dejando otra lluvia,
dejando otra lluvia tirada en el suelo.

HORACIO REGA MOLINA

Nota: El texto seleccionado fue tomado de la revista “PROA en las Letras y en las  Artes”, Tercera Época, No. 18,  Buenos Aires, Julio-Agosto 1995.

jueves, 23 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: Varios

LA ÚLTIMA COLUMNA

Algunas veces caen
las columnas del templo,
menos una, ,
y esta sola soporta
la fachada con tristes ornamentos
de ciervos y de peces,
inmersión, cacería
que la lluvia destiñe
hasta la herrumbre.

A veces alguien sabe
que se hundió en otro tiempo
la última columna.
Habita bajo el templo,
se cobija
y levanta los brazos como un grito
hacia dioses sin techo
y haladas intemperies
de lunas y relámpagos.

Otras veces sucede
que nadie sabe nada.
Entonces, por si acaso,
erige de los pies a la cabeza
una columna frágil
-como de cal o arena-,
se apoya por milagro
en ese su equilibrio
milagroso,
y se mira a un espejo,
apenas un segundo,
para verse de píe,
tan firme como antes,
erecto y desvalido
todavía.

FEDERICO PELZTZER


ELOGIO DEL PAN

Puro del fuego atávico del horno,
crujiente de sabrosa tostadura,
el tenso corazón de levadura
agrieta la corteza con su torno.

Descartado del rústico retorno
a la espiga primaria, a la madura
templanza de los soles, conjetura
una muerte cereal en su contorno.

Crece en la mano dadivosa, liga
los espíritus nobles, resplandece
en la hostia sagrada de la miga.

Cumplido su destino, ya no pesa
en el ritual. No obstante, permanece
en átomos de luz sobre la mesa.

LUIS RICARDO FURLAN

Nota: Los textos seleccionados fueron tomados de la revista “Comunicación y cultura”, Año I, No.I, Buenos Aires, Enero-Febrero 1981.

LECTURAS DE ARCHIVO: Varios

QUE SE HAGA EN MÍ

Que se haga en mí según el Verbo,
que el plan se cumpla,
que la semilla transcurra
su parábola
y el árbol tenga el signo exacto
de su fruto.
Que de esta gravidez estremecida,
de esta riqueza desbordante,
de este universo,
las infinitas ramas se conjuguen
en mí.
Que tanta desmesura
próxima al estallido
unifique su hacer en mis raíces.
Que pueda darme y dar
la síntesis del día,
la nota pura,
diáfana,
sincrónica.
Que beba de la fuente de agua viva
el todo en cada gota y su designio
para verterlo luego en la mirada,
el tono de la voz,
la mano,
el gesto,
el rítmico balance de la vida.
Que nada sea para ser en todo.
Que me allegue a la paz
de leche y madre,
de parto, ciclo, y extinción y muerte,
con la suave destreza de
quien viaja
como la luz,
sin prisa y sin destino.
Que pueda darte mi palabra
desceñida de mí,
cálida y pura,
como un pollo pequeño que ha nacido
de su huevo esencial.
Que pueda y pueda y pueda
asumir esta nada que es el todo,
no perder el camino en el atajo,
no morir de alegría,
no desviarme en asombro,
no crecerme en desorden
ciegamente
No pretender ya más, sino el silencio.

NOEMÍ PAZ

ÚLTIMAS CALLES

Vienes,
sombreada de árboles y destino
y luminosa bajo el cielo instantáneo,
y pasas
hacia otras calles
donde,
figuras del olvido,
nos esperamos.

ALEJANDRO NICOTRA

Nota: Los textos seleccionados fueron tomados de la revista “Comunicación y cultura”, Año I, No.2, Buenos Aires, Marzo-Abril 1981.

martes, 21 de enero de 2014

LECTURAS DE ARCHIVO: Varios

SOL, LUNA Y DESIERTO

Donde las estaciones
dan vueltas de ruecas
y el invierno y el verano
son sólo humedades diferentes,
el sol está ahí, siempre,
como colgado de una ciega
geografía,
abandonado
como un terrible juguete,
sobre nuestras cabezas,
hasta que la noche
-poco a poco fría-
nos hace agradecer
la forma de la luna,
el broche
pálido de una piedra altiva,
que nos recuerda que hay
un mañana,
y que el sueño
es la dificultad
de estar con vida.

JULIO ÁLVAREZ


ELEMENTOS

Aire, aire,
cuando la angustia es grande.

Fuego, fuego,
cuando el tiempo es vuelo.

Agua, agua,
cuando la sangre es fragua.

Tierra, tierra,
cuando la carne es piedra.

ZORAIDA GONZÁLEZ ARRILI

Nota: Los textos seleccionados fueron tomados del “Suplemento Dominical”  de Diario “La Prensa”, Buenos Aires,  25 de Enero de 1987.

LECTURAS DE ARCHIVO: VILMA VEGA

PREMONICIÓN SIN ALBA

Habrá sobre la cúspide del día
un gran generador
con control en la tierra
computando
los lapsos
del sueño y el trabajo.

Habrá luz con horarios
(el sol ya no hará falta).

Zapatos programados previamente
levitarán los pasos
y la fatiga larga de las calles
será un recuerdo apenas,
lejano, casi vago.

Habrá expendios de vida.
Vitrinas con probetas numeradas
exhibirán criaturas de mercado
con los ojos azules, castaños (y vacíos)
grises, verdes (vacíos) y violáceos.

Y una tumba de asfalto
sellará las raíces de los árboles
para anular el polen, los alérgenos
y el rumor de las ramas en lo alto.

Metálicos paneles funcionales
custodiarán la intimidad inútil
entre cristales laxos…

y habrá confort a pleno;
equilibrio eficaz mecanizado;
máquinas infalibles…y silencio.

Pero el hombre,
el primero, el vulnerable;
capaz de la sonrisa, las guerras,
el amor y la lágrima,
habrá extinguido inexorablemente
el reinado vibrante de su canto.

VILMA VEGA

Nota: El texto seleccionado fue tomado de “Mendoza suplemento dominical” de Diario “Mendoza”, Mendoza,  22 de Abril de 1984.