Creada en la Ciudad de General Alvear, Provincia de Mendoza, en el año 1935.

miércoles, 31 de agosto de 2016

GABRIEL JIMÉNEZ (Mendoza, 1982)


INMINENCIA
 
I
Esto
es una bomba de tiempo
a punto
de explotar.
 
Ahora mismo
algo late con bronca
y crece a diario,
alimentado de quejas
que no se escuchan.
 
El tiempo se quema
como una mecha,
consume
el silencio de un pabilo,
que se acorta
entre la paciencia y las palabras,
mientras la gente
se corta,
y ya
no queda más
que la explosión.
 
II
Una bomba
siempre
está encendida,
aun
cuando todo
indique que no:
 
nace
para
morir.
 
La explosión
es sólo
un momento,
una circunstancia,
un accidente,
 
sólo es cuestión de tiempo,
 
por ejemplo, ahora
 
¿Quién puede decir
Cómo va la mecha?
 
De “Motín” (2015)


LECTURA SUGERIDA CXCVI

 
“La fuerza de los Monterrey. Alumbramiento” de Eliana Edith Abdala
Zeta Editores. Mendoza. 2013

martes, 30 de agosto de 2016

NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS Agosto 2016


Biblioteca Sarmiento informa la incorporación de material bibliográfico de acuerdo al siguiente detalle:

Donación COPROBIP-Ediciones Culturales Mendoza:
 
“Malditas mujeres en bicicleta” de Gabriel Vacchelli. Colección “Certamen Literario Vendimia- Novela”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2015
“Lo profundo del marcito” de Fabricio Marquez. Colección “Certamen Literario Vendimia- Novela”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2015
“Historias en una lata” de Alejandro Manzano. Colección “Certamen Literario Vendimia- Dramaturgia”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2014
“Motín” de Gabriel Jiménez. Colección “Certamen Literario Vendimia- Poesía”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2015
“La cautela” de Fernando Domínguez. Colección “Certamen Literario Vendimia- Dramaturgia”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2015
“El rancho de Mulligan” de Alejandro Marino. Colección “Certamen Literario Vendimia- Dramaturgia”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2015
“Geografía de la villa para principiantes y Cuentos prescindibles” de Marcos Martínez. Colección “Certamen Literario Vendimia-Cuento”. Ediciones Culturales Mendoza. Mendoza. 2015
“Certamen Provincial de Historietas Mendoza 2015” de Pablo Bernardo Cejas, N.Ferreyra-J.M.Torres, Nicolás Matías Viñolo, Martín Alejandro Rusca.  Ediciones Culturales Mendoza. 2015
“Fiesta de la Vendim,ia-Guiones.Una dramaturgia Popular Mendocina”. Varios autores. Ediciones Culturales Mendoza. 2015
“Microteatro” de Gisella Narváez, Natalia Fernández, Marcos Martínez y Luciana Ríos. Expreso Literario. Ministerio de Cultura. Mendoza. 2015
“Micropoesía” de Mercedes del Carmen Campos, José Agustín Salomón, Germán Bianchini, Raquel Aznar, Fernando Echenique, Daniel Geraldi, Germán Mémoli, Juan Carlos Pastor, Sandra Sánchez y Ester Vida. Expreso Literario. Ministerio de Cultura. Mendoza. 2015
 
Donación Juan Manuel Montes:

“Trampología”. Colección Literaria” de autores varios.Grupo La Trampa. Guaymallén. Mendoza. 2015
“IX Certamen Provincial Literario Eduardo Gregorio-Microficción 2015”. Municipalidad de Junín. Mendoza. 2015
 
 
Todo el material mencionado ya ha sido técnicamente procesado e ingresado a nuestro Fondo Bibliográfico y se encuentra a disposición de los lectores.


MIGUEL ÁNGEL MALPARTIDA (Perú, Lima, 1983)


ÍNSULA

Será por siempre un secreto, que algunas noches, entre las
copas más altas de los árboles, mi cuerpo empieza a hacerse 
intermitente, sombra indecisa.
Soy una excrecencia trashumante entre los colores del
mapamundi.
Como ya dije, las noches en que se acumulan el tiempo y
la garúa, levanto mi niebla como brazos sobre palmeras
desvalidas, inocentes, y aspiro profundo, y ese olor de tierra
mojada como un despertar da el primer aviso, viaja silente
por entre oscuras pieles flotantes en pantanos, serpientes
ocultas en ojos de agua y fieras cuyo nombre conviene callar
por su monstruosidad…y se convierte en mi exhalación
mas nerviosa, una invitación sorpresiva a huir.
La niebla avanza destructiva y serena, empecinada en tocar
cada tronco resinoso y brote reciente, cada liana que cuelga
como puente fantasma, precediendo a la carga desesperada
de aleteos que en pequeños vórtices sonoros deslumbran por
su color y confusión inconstantes.
Entonces ellos corren casi nebulosos ya, buscando dejarse,
correr más rápido que el latido de sus sienes, mientras huyen
por entre complicados ramajes hacia sus guaridas,
húmedos de sudor y confiados a su suerte, pero,
¡pobres!, sus antros los envuelven también intermitentes, al
igual que los grandes árboles y toda mi jungla, amados todos
por mis brazos de penumbra espesa.
Me conocen bien, saben de mis ratos críticos, de mi nocturnidad
incoherente y solitaria de viajera.
Mi cuerpo entonces de torna suspiro, y los barcos, los
grandes trasatlánticos que llevan miles de ojos a bordo nunca
me encuentran en cuanto isla maciza o bruma superficial que
cabalga los aires, salvo en sueños febriles de camarote que se
desgastan después en la taberna, hasta convertirse en mitos 
deformes.
Una vez, y de eso ya hace muchos años, un tal Humboldt,
caballero infalible, rozó mi lado más oscuro, apoyado en la
cubierta, catalejo, brújula y libro de apuntes abierto en una
mano, atento a los copos de bruma fría que intrigaron a los
marineros por su color indefinible.
Poco después cerró la libreta muy despacio, guardó el catalejo
en el profundo bolsillo del abrigo, y se dispuso a ordenar la
cena, no sin antes plantear, en el más correcto alemán, una
tesis tranquilizante a los marineros holandeses (fenomenología 
normal en estas zonas del trópico durante el equinoccio de 
otoño), pero sin poder explicarle a su conciencia el porqué
de un persistente aroma de flores y desencanto.


LECTURA SUGERIDA CXCV

“Decir amigo” de Elisa Roldán

Colección “Alfaguara Juvenil”

Alfaguara. Buenos Aires. 2011



 

 

lunes, 29 de agosto de 2016

MARIAN HERNÁNDEZ (España, Pasai San Pedro, 1959)


DESPERTANDO
 
Prematura caricia
de imberbe beso
revelaciones pomposas
destinadas al olvido…
…al rojo añorar
en fluido de amapola
en verde fruto atropellado
para en la perpetua aurora
con un amago de risa
sucumbir los dos
en la fantasía del despertar
y descubrirnos de nuevo.


LECTURA SUGERIDA CXCIV


“Dailan Kifki” de María Elena Walsh
Sudamericana. Buenos Aires. 1987
 
 

domingo, 28 de agosto de 2016

PABLO NERUDA (Chile, 1904-1973)


ODA A LAS PAPAS FRITAS

Chisporrotea
en el aceite
hirviendo
la alegría 
del mundo: 
las papas
fritas
entran
en la sartén 
como nevadas 
plumas
de cisne
matutino 
y salen
semidoradas por el crepitante
ámbar de las olivas. 

El ajo
les añade
su terrenal fragancia,
la pimienta,
polen que atravesó los arrecifes, 
vestidas
de nuevo
con traje de marfil, llenan el plato 
con la repetición de su abundancia 
y su sabrosa sencillez de tierra.

LECTURA SUGERIDA CXCIII


“Santos Vega” de Hilario Ascasubi
Tor. Buenos Aires. 1957


sábado, 27 de agosto de 2016

DINA GRIJALVA (México, Ciudad Obregón, 1959)


ÁGAPE ARABESCO

Amanda arma un ágape abundante. Ayer abrió la alcancía, acudió al abarrote y al almacén a abastecer la alacena. Apuntó: aceite, achicoria, aceitunas, acelgas, arvejas. Adornó la antesala con azucenas, anémonas y alelíes. Afuera avistó los árboles de amapas, las azaleas y los arbotantes con arabescos. Afanosa, agenció los arreglos adecuados. Alquiló adornos y aseó la alberca, apenas amanecía.
Asisten astrónomos, académicas, argonautas, árbitros, albañiles, alquimistas y antropólogos antropófagos. Abelardo Arlistán y Adán Acosta –apuestos argentinos- aterrizan en avión. Al inicio se abrazaron: americanos, asiáticos, africanos, altivos alemanes, antipáticos antisemitas y atléticos árabes. Arriban en auto y aparcan allí: anglicanos, ateos, autistas, andaluces, antillanos y argelinos. Al alba la autovía arroja artistas aniñados, adolescentes afectuosas, adultos apocados y ansiosos ancianos.
Al amanecer: avena, albaricoque y arándanos azucarados. Al almuerzo, en el armonioso antecomedor de azulejos azul añil, los aperitivos: anís, amaretto y amontillado. Antipasto al iniciar: alcachofas acitronadas, alubias, arroz con azafrán, almejas ahumadas y auténtico atún. Arde el anafre y se asa la arrachera; al acabar, la amable Ana apaga la llama. Adir y Adrián atacan ávidos los alambres adobados; Alicia, el abulón al ajillo y las almendras. Amalia ama amasar albóndigas a la albahaca; la angelical Angélica adora las acelgas con aderezo agridulce; agregan atoles con aromas afrutados y agua de arrayán. La azafata, de abrigo de ante aterciopelado y arracadas aceradas, añadió aliño ácido y alcaparras al aguacate. El abad agarra alas de aves al achiote. Alarde de lo acre, agrio, ácido agridulce, agringado. La arqueóloga agripada abomina del ají y del ajonjolí. Aspirantes a ascetas y anoréxicos amarillentos acuden al agua y al apio.
Algunas se atracan de alfajores, algodón de azúcar y albaricoques en almíbar. Agustín ama las alegrías de amaranto.
La apasionada anfitriona añade arrobada alcohol en abundancia: alambiques de aguardiente, aguamiel, ajenjo, ambrosía. Auténticos arrabaleros y abrigados aristócratas apuran alucinados los aperitivos. Amodorrados, los abstemios se aburren.
Arlen arriba al atardecer: abrigo armani ámbar y aretes anaranjados. En la algarabía achispada de la asamblea aflora el afecto; pero, al apagar el aire acondicionado y los abanicos, el antes agradable ambiente se agrió y aguafiestas amargados adictos al alboroto arman un alarmante argüende atroz, la amistad acaba: astrofísicos atacan a astrólogos; aprovechando el ajetreo, apátridas arrinconan a adivinos. Amoratados, asustados, amedrentados y amenazados, los alquimistas acampan afuera; asombrados aprecian los astros.
Al anochecer, adentro, aflora la afición a la amapola, la adormidera y los afrodisíacos. El arzobispo y la arquidiócesis no admitirían algunos actos aquí aparecidos. En las alcobas y en las antecámaras, algunas y algunos amigos se acuestan en alfombras y almohadas. ¡Aleluya!, ¡aleluya!. Se aman arrebatadamente hasta la alborada.
 
De “Goza la gula” (2012)


LECTURA SUGERIDA CXCII

 
“Cuentos cortos, medianos y flacos” de Silvia Schujer
Colección “Libros del Malabarista”
Ediciones Colihue. Buenos Aires, 1992.


viernes, 26 de agosto de 2016

CARLOS BLASCO (Plaza Huincul, Neuquén, 1976)


MICROFILM 
(Breve Selección)
 
Hace tres décadas que dejó de figurar en los mapas ruteros, como si jamás hubiese existido… como uno de esos sueños de la siesta de los que cuesta despertar y despertamos cansados. Ahora nada allí es tan real como para no desaparecer al día siguiente, tragado por el desierto, que nos está soñando a todos.
 
Un cuerpo apuñala a otro en los suburbios del pueble dormido. Luego se escurre por entre el caserío en un periplo de baldíos oscuros hasta desembocar en las vías del ferrocarril, su mano está manchada con sangre y la respiración agitada silba en la madrugada hasta estallar en tos y flema. Se detiene junto a un viejo vagón de madera, temblando y jadeando, luego escarba desesperadamente detrás de una de las ruedas de acero, desentierra una caja de vino y la muerde ferozmente con un gruñido animal… la abre con dos dentelladas y bebe ansiosamente. No muy lejos de allí una mujer joven se desvela hasta la desesperación mientras sus hijos duermen. Toma mate y mira la puerta, no sabe que ha enviudado.
 
De “Microfilm” (2014)


LECTURA SUGERIDA CXCI


“Un gato como cualquiera” de Graciela Montes

Colección “Del pajarito remendado”

Ilustrador: Juan Manual Lima

Ediciones Colihue. Buenos Aires. 1986



jueves, 25 de agosto de 2016

JORGE LÉONIDAS ESCUDERO (San Juan. 1920-2016)


MI ABUELO FRANCISCO
 
Me entregaron los restos del abuelo Francisco,
huesos reducidos en una caja de lata
(qué livianos
luego de asumir tantos caminos)
y los llevé a su nuevo domicilio
en el nicho uno de la columna familiar.
Pero antes quise mirar qué había hecho
el tiempo con sus despojos.
 
Abrí la tapa y vi, a flor,
nos pocos dientes amarillos
como mordiendo aún la fruta de la vida;
y un fémur de azotar caminos,
y una mano desarmada
que no alcanzó a rasguñar fortuna.
 
Entonces dejé la caja en paz,
y cerrando el nicho
dije permiso abuelo vendré luego,
entraré despacio a mi regreso
para dormir cerquita de su cariño.


LECTURA SUGERIDA CXC

 
“Yo nunca te prometí la eternidad” de Tununa Marcado
Planeta. Buenos Aires. 2005

miércoles, 24 de agosto de 2016

RONY VÁSQUEZ GUEVARA (Perú, Lima, 1987)

 
BAÑO COMPARTIDO

En esta página, el lector imagina que es aquel personaje que observa a su madrastra desnudándose frente a la bañera. En la página siguiente, el lector imagina que su madrastra es quien lo observa desnudándose frente a la bañera. En la página final, el lector, deseoso de protagonizar esta historia, viste una toalla y se pregunta si debe esperar desnudo en la puerta del baño o en la bañera…
 
De:”Refrigerios”, plaqueta literaria de Internacional Microcuentistas. Revista de Microrrelatos y otras brevedades.

LECTURA SUGERIDA CLXXXVIII


 
“Los pasos perdidos” de Alejo Carpentier
Alianza Editorial. Barcelona. 2001

martes, 23 de agosto de 2016

MARÍA CRISTINA RAMOS (San Rafael, Mendoza, 1952)


CALADURAS

El hombre cala una sandía y del rojo cercano al corazón brota un niño. El niño crece, se cala una boina, entra a trabajar en una fábrica, organiza con los otros trabajadores una huelga para reclamar por sus derechos. La huelga cala hondo en el espíritu de la gente que derroca al dictador e intenta un gobierno más justo, para que todos tengan para vivir y, cuando sea necesario, se pueda calar una sandía.

De: “La secreta sílaba del beso” (2011)

LECTURA SUGERIDA CLXXXVII


“Los novicios de Lerna” de Ángel Bonomini
Sudamericana. Buenos Aires. 1972

lunes, 22 de agosto de 2016

LECTURA SUGERIDA CLXXXVI


El astillero” de Juan Carlos Onetti

Colección “LiterariaOnetti”

Booket. Buenos Aires . 2009

 

 

JOAQUIM MACHADO DE ASSIS (Brasil, Río de Janeiro, 1839-1908)

 

UN APÓLOGO


   La baronesa tenía a la modista siempre a su lado, para no verse obligada a buscarla cuando la necesitaba. Llegó la costurera, tomó la tela, tomó la aguja, tomó el hilo, introdujo el hilo de la aguja, y empezó a coser. Una y otro iban yendo orondos, tela adentro, que era la mejor de las sedas, entre los dedos de la costurera, ágiles como los galgos de Diana —para darle a esto un color poético. Y decía la aguja:
   —Y bien, señor hilo, ¿no se da cuenta que esta distinguida costurera sólo se interesa por mí? Soy yo la que va de aquí para allá en sus dedos, pegadita a ellos, perforando hacia abajo y hacia arriba…
   El hilo no respondía nada; iba andando. Cada orificio abierto por la aguja era llenado en seguida por él, silencioso y activo, como quien sabe lo que hace, y no está dispuesto a oír palabras insensatas. La aguja, viendo que no le respondía, también calló y prosiguió su camino. Y era todo silencio en la salita de costura; no se oía más que el plicplicplicplic de la aguja en la tela. Cuando ya caí al sol, la costurera dobló la prenda hasta el otro día; prosiguió en ése su tarea y aun en el siguiente, hasta que el cuarto día terminó su obra, y aguardó la velada del baile.
   Llegó esa noche, y la baronesa se preparó. La costurera, que le ayudó a vestirse, llevaba la aguja prendida a su pechera, por si hacía falta dar algún punto. Y mientras terminaba el vestido de la bella dama, tirando de un lado y de otro, recogiendo de aquí o de allá, alisando, abotonando, abrochando… el hilo, para mofarse de la aguja, le preguntó:
   —Y bien, dígame ahora quién irá al baile, en el cuerpo de la baronesa, haciendo parte del vestido y de la elegancia. ¿Quién va a bailar con ministros y diplomáticos, mientras usted vuelve al costurero, antes de terminar en la cesta de mimbre de las mucamas?
   Parece que la aguja no dijo nada; pero un alfiler, de cabeza grande y no menor experiencia, le susurró a la pobre aguja:
   —Espero que hayas aprendido, tonta. Te cansas abriéndole camino a él y es él quien se va a gozar la vida, mientras tú terminas ahí, en el costurero. Haz como yo, que no le abro camino a nadie. Donde me clavan, ahí me quedo.

 

domingo, 21 de agosto de 2016

LECTURA SUGERIDA CLXXXV


“Cuentos de la selva” de Horacio Quiroga
Longseller. Buenos Aires . 2013

PATRICIA NASELLO (Córdoba, 1959)

ENEMIGOS

Atraviesan una espada en su vientre, el herido se arrastra, lo miran reptar.
Uno de ellos se impacienta, alza el arma.
-Todavía no - protestan los otros-, que sufra un rato más nos debe demasiadas.
El tiro es certero y la muerte instantánea.
Quien disparó hace bromas procaces y ríe histéricamente. Sus carcajadas se pierden bajo el ruido escandaloso que provocan los otros victimarios que ahora luchan entre sí, todos creen tener preeminencia para hurgar dentro del cadáver.
Muerto el hombre lobo, no es de extrañar que se maten entre ellos por una bala de plata.

De: “Nosotros somos eternos” (2016)

sábado, 20 de agosto de 2016

SANDRO CENTURIÓN (Formosa, 1975)

 
EL JUEGO DEL SUICIDIO

Al anochecer nos acercamos al borde de la ruta y jugamos al suicidio. Es genial. Nos divertimos mucho. Cuando vemos venir las luces de un auto nos escondemos y esperamos a que esté lo suficientemente cerca. Entonces, uno de nosotros se convierte en liebre y salta al medio de la ruta. La mayoría de la gente intenta frenar y evitar el choque. Pero es imposible. El sonido que hacen los neumáticos es espectacular. Unos metros más adelante se detienen, bajan del auto y regresan corriendo para ver al pobre animalito atropellado y entonces hay que ver sus caras cuando descubren que no es una liebre lo que han atropellado. ¡Cómo nos reímos!.
 
De: “Yo también maté un terminator” (2015)


LECTURA SUGERIDA CLXXXIV


“Cuentos de Tío Tigre, Tío Conejo y Juan Bobo” de Edgar Allan García
Colección “Alfaguara Infantil”
Alfaguara. Quito. 2013
(Premio Nacional Darío Guevara Mayorga 2014)


viernes, 19 de agosto de 2016

LAURA ELISA VIZCAÍNO (México, México D.F., 1984)

 

SÍSIFO


Tenía las manos tan callosas, los músculos tan duros, la lengua tan seca, la piel tan quemada que, finalmente, se transformó en piedra.

 

De “CuCos” (2015)

 

 

LECTURA SUGERIDA CLXXXIII


“Una caja llena de “ de Laura Devetach
Colección “Libros del Malabarista”
Colihue. Buenos Aires-Barcelona. 1987

jueves, 18 de agosto de 2016

CARO FERNÁNDEZ (Mendoza, 1976)

 

A NO CONFUNDIR


La facultad de tener manos habilidosas es crucial en el origami. Este arte consiste en la manipulación del papel y su transformación, pasando del letargo a la plenitud de una figura magistral. Existen diferentes variantes, pero en todos los casos resulta una vivencia placentera atribuida a la liberación de tensiones.

La facultad de tener manos habilidosas es crucial en el orgasmo, que es otro arte muy distinto, pero parecido.

 

De “69. Antología de Microrrelatos Eróticos” (2016)

LECTURA SUGERIDA CLXXXII


“Megafón, o la guerra” de Leopoldo Marechal
Colección “Biblioteca Breve”
Seix Barral. Buenos Aires-Barcelona. 2011


miércoles, 17 de agosto de 2016

CRISTIAN LAGOS (Chile, Curacuatín, 1975)


lavandera.

Cae la nieve sobre el huerto
Los perros duermen no hay girasoles ni pájaros
Te inclinas en la artesa
Observo tu cara desde la ventana 
Reconozco en ella la ropa desteñida/ los años/ las flores que dejan al morir 
Los días preciosos del verano/

Desde la leñera siento venir el olor
De la madera recién cortada de los bosques/

Como cantar hoy día si tenemos hambre y tenemos frías las manos 
Ya anochece
Mi madre no vuelve de la artesa 
No deja de caer la nieve sobre el huerto 
Y hay olor a madera recién cortada de los bosques

LECTURA SUGERIDA CLXXXI


“Antología del amor” de Julia Prilutzky Farny
Plus Ultra. Buenos Aires. 1978

martes, 16 de agosto de 2016

ALICIA SÁNCHEZ-RUMINOT (Chile, Valdivia)


INTERFERENCIAS

Tía, mándeme cinco ametralladoras y cuatro fusiles.
La carta llegó con meses de atraso, abierta y con un signo de interrogación al lado de la frase.
Mientras tanto los niños del barrio, cansados de esperar el regalo que les había prometido Pablito cuando le escribió a su tía a EEUU, optaron con seguir jugando con sus armas de madera.
 
De “Siempre al sur” (2016)

LECTURA SUGERIDA CLXXX

 
“Cuentos y Títeres” de Javier Villafañe
Colección “Libros del Malabarista”
Colihue. Buenos Aires. 1987

lunes, 15 de agosto de 2016

ANA MARÍA MOPTY DE KIORCHEFF (Tucumán, San Miguel de Tucumán)


COINCIDENCIA

A ella no le regalaron juguetes, ni le celebraron en la infancia. Igual que a él, a quien conoció adulto; por eso se miran, se sorprenden, descubren, aunque ambos tienen, eso sí, un saber espontáneo, involuntario. Participan de las mismas carencias y paradisíacos privilegios porque nació grande y se llama Adán.
 
De “Mañana piensa en mí” (2012)

LECTURA SUGERIDA CLXXIX


“Cuentos Completos” de Edgard Allan Poe
Traducción de Julio Cortázar
Colección “Cuentos-Edhasa”
Edhasa. Buenos Aires. 2012

domingo, 14 de agosto de 2016

EMILIO DEL CARRIL (Puerto Rico, 1959)


LA PITONISA

Ella puso los ojos en  blanco y le dijo:
-El fin del mundo se acerca.
Él se sintió consternado por la noticia e insistió que le dijera cuándo ocurriría. Ella hizo mutis mientras se esforzaba por darle una buena contestación.
-La semana que viene… -dijo trémula e insegura.
Aterrado, él se enclaustró en su aposento y no salió por siete días. Cuando terminó el plazo se puso a evaluar lo sucedido. Concluyó que la adivinadora era una farsante y que en adelante no recomendaría sus servicios. Entonces se acicaló y salió. Un peculiar olor a azufre le llamó la atención, pero rápidamente obvió el tenue hedor y se entregó a disfrutar de las divertidas calles de Pompeya.
 
De “En el reino de la garúa. Primera jornada: entre soles, lunas, amores y desamores” (2016)

LECTURA SUGERIDA CLXXVIII


 
“Bestiario” de Julio Cortázar
Colección “Contemporánea”
Debolsillo. Buenos Aires. 2011

sábado, 13 de agosto de 2016

DIEGO MUÑOZ VALENZUELA (Chile, Constitución, 1956)


EL ÁNGEL

Un ángel que realiza prácticas de vuelo ilegales en plena urbe, es detenido y juzgado por infringir las leyes de los caminos aéreos, provocar desorden público y no señalizar debidamente.
Ante tamaña acusación el ángel no puede defenderse. En la cárcel medita sobre el significado de la libertad y decide buscar una ocupación menos riesgosa.
 
De “Demonios vagos” (2015)

LECTURA SUGERIDA CLXXVII



“Allá lejos y hace tiempo” de Guillermo Enrique Hudson
Ediciones Librería Fausto. Buenos Aires. 1987

viernes, 12 de agosto de 2016

ALBERTO BENZA GONZÁLEZ (Perú, Lima, 1972)


GASTÓN

Un buen día, Gastón desempolvó un libro de la antigua biblioteca de su casa. El volumen se titulaba Cómo hablar con los muertos.
En la contratapa se podía leer: “Para los que creen en el más allá, este libro les proporcionará información científica y anecdótica que explora la comunicación entre vivos y muertos. Sugiere, además, posibles medios y técnicas para lograrla”.
Después de una semana intensa, terminó de leer el libro y pudo comunicarse con su familia, la cual vivía todavía en su domicilio y solía recordarlo con mucho cariño.

De “Entre vivos y muertos. Antología personal” (2015)

LECTURA SUGERIDA CLXXVI


 
“La lluvia y otros relatos” de Eduardo Wilde
Colección “Capítulo. Biblioteca Argentina Fundamental”
Centro Editor de América Latina.. Buenos Aires. 1982


jueves, 11 de agosto de 2016

DINA GRIJALVA (México, Ciudad Obregón, 1959)


DESAFÍO A LA GEOMETRÍA


Realizaron el experimento sobre una cama que era un perfecto paralelepípedo rectángulo. Se colocaron de manera horizontal y paralela y demostraron que dos paralelas pueden encontrarse a través de una perpendicular (¡qué palabra!) que no solo las une.

 

De “Las dos caras de la luna” (2012)



LECTURA SUGERIDA CLXXV


“El libro de los placeres prohibidos” de Federico Andahazi
Planeta. Buenos Aires. 2012


miércoles, 10 de agosto de 2016

Julian Przyboś (Polonia, Gwoźnica Górna, 1901-Varsovia,1970)


NOTRE DAME
 
¡Y el espacio brotó
de un millón de dedos unidos para rezar!
 
Pero el terror puntiagudo me hundió
                                                 en su Entraña.
Escarnecido y despreciado por las quimeras
con su boca abierta por la lluvia
me pregunto: ¿Quién soy yo vivo
al pie de los pilares?
Estos muros desprendidos de la roca
se levantan del sarcófago, sus quijadas
se alzan por encima de mí.
¿Quién estremeció las tinieblas?
¿Quién las plegó? ¿Quién las abrazó?
 
Ya sé. Las cruces sujetadas
                                 a sus Cristos
hay que convertirlas en andamios
verticales con sus peldaños,
igualar la voluntad con el azul
más hondo del cielo,
y a la propia muerte
hay que clavarla con el rayo
del gótico—
 
—arriba en la piedra angular
palpita el vuelo atrapado de las flechas—
Perduro bajo el trueno de las piedras
que suben siempre, implacablemente,
hasta que de repente el vértigo
las haga precipitarse en el fondo
de dos torres — dos honduras detenidas.
¿Quién concibió ese abismo?
¿Quién lo expulsó hacia arriba?
 
(Versión en español de  Krystyna Rodowska)

LECTURA SUGERIDA CLXXIV

 

 

Minotauroamor” de Abelardo Arias

Sudamericana. Buenos Aires. 1973

 

 

 

martes, 9 de agosto de 2016

RAÚL BRASCA (Marcos Paz, Buenos Aires,1948)


TRAVESÍA

 

a Clara Obligado y Roco G. Leandri

 

Caminaban a la par. Se habían jurado lealtad y que dividirían todo por mitades. Frente al desierto, igualaron el peso de sus alforjas y se internaron seguros. No los doblegaron la impiedad del sol ni el rigor de la noche y cuando se les acabó la comida repartieron el agua en partes iguales. Pero la arena era interminable. Paulatinamente, el paso se les hizo más lento, dejaron de hablar, evitaron mirarse. El día en que, con vértigo aterrador, sintieron que desfallecían, se abrazaron y así siguieron andando. Cayeron exhaustos al atardecer. Durmieron. Ya había amanecido cuando uno de ellos despertó sobresaltado: le faltaba parte de un muslo. El otro, que lo comía, continuó indiferente, terminó, volvió a tenderse, y como si completara un gesto irrevocable, atendió a la mano que su amigo le alargaba y le dio el cuchillo.

 

 

LECTURA SUGERIDA CLXXIII


“Informe bajo llave” de Marta Lynch
Sudamericana. Buenos Aires. 1983


lunes, 8 de agosto de 2016

ISIDORO BLAISTEN (Entre Ríos, Concordia,1933- Buenos Aires, 2004)


LA BRÚJULA ROTA
 
Ciertas tardes y noches y mañanas como ésta
desde un otoño de luto alucinado
desde hoteles y calles y cansancio
de lugares terribles desde la sal al dátil
vuelve otra vez a mí el amor sin geometría
aprieta junto a mí su corazón de pájaro
llora en mi corazón como en un rincón de lástima.

Ciertas tardes y noches y mañanas como ésta,
cuando se pone triste el alma de los mapas
y se mueren de frío las ventanas,
cuando el verano se asusta de la sangre,
desde el lugar más húmedo del llanto
vienen lentos pordioseros de neblina
caminan por el alma
van en busca de mi propia raíz de agua.

Ciertas tardes y noches y mañanas como ésta
desde un raro país donde todo es encuentro
donde los tilos huelen a regreso
y caminan dulces viejos con la barba
vuelve hacia mí el amor con lluvia y mariposas
y una pólvora rara que supera al tabaco
y un coñac de misterio que ha engañado a la víspera
y una brújula rota que orienta a la ceniza,
y me lleva al lugar que ha olvidado a la luna
y el otoño es posible
y el amor es posible más allá de los credos.

Toda está bien ahora:
la luz, el heliotropo,
el musgo que ha brotado entre los días;
pero ciertas tardes y noches y mañanas como ésta
cuando mi corazón toma un color de noches perdidas para siempre
y el rocío se acuerda del último crepúsculo
y amanece la espera con su rostro inaudito,
vuelvo otra vez a mí como el río al ahogado
ya no sonríe nadie en los retratos
la desesperación me ladra por la espalda.


LECTURA SUGERIDA CLXXII


“Planet” de Sergio Bizzio
Colección “Narrativas Argentinas”
Sudamericana. Buenos Aires. 1998

domingo, 7 de agosto de 2016

EDGAR ALLAN GARCÍA (Ecuador, Esmeraldas, 1958)

 
TÍO TIGRE Y LAS OVEJAS
  
Tío Conejo estaba feliz, había llegado el tiempo de la cosecha de zanahorias y tan ocupado estaba sacándolas de la tierra, que no se dio cuenta de que Tío Tigre lo acechaba de cerca. Tras los arbustos se había escondido Tío Tigre a la espera de una oportunidad de atrapar a Tío Conejo y hacerle pagar por todas las veces en que había sufrido por su causa.
En eso, Tío Conejo desenterró una zanahoria enorme, más grande que todas las anteriores, una zanahoria como para ponerla en un museo de zanahorias, pensó mientras daba saltos de alegría. Tío Conejo estaba tan emocionado con el descubrimiento que Tío Tigre aprovechó para dar un brinco desde un arbusto y caer sobre él. Con una garra Tío Tigre apretó el cuello de Tío Conejo y le dijo: "de esta sí que no te salvas."
-¿Apostamos?, murmuró Tío Conejo. 
-¿Qué?
-Nada, solo dije que sonamos.
-Sonamos no, sonaste tú, que te voy a dar un mordisco tan grande que no te va a quedar cabeza con la que pensar, rugió Tío Tigre.
-Eso sí que está bueno, exclamó entonces Tío Conejo, mirando hacia arriba.
-¿Te gusta lo que te voy a hacer? No creí que estuvieras tan loco, sonrió Tío Tigre. 
-No me refiero a mí, dijo Tío Conejo, sino a esas ovejas tan gordas que están allá arriba.
-¿Dónde?, quiso saber Tío Tigre.
-Esas, dijo Tío Conejo y señaló algo que estaba en la parte más alta de una colina que tenía las laderas peladas.
-No veo nada. 
-¿No las ves? Será que te estás quedando ciego, Tío Tigre, en serio.
-Es que no se ve nada desde aquí, solo esa cosa gris. 
-No es una "cosa gris", es una oveja especial, una oveja gris, ni blanca ni negra, gris, la de mejor calidad porque engorda que es un contento y...
-Nunca había escuchado de ovejas grises, dijo extrañado Tío Tigre. 
-¿Tienes internet?, preguntó entonces Tío Conejo. 
-¿Qué es eso?, frunció el ceño Tío Tigre.
-Nada, olvídalo, es un asunto... un servicio que aparece en otros cuentos más modernos, disculpa, me traspapelé. 
-¿Más modernos?, no entiendo nada.
-Olvídalo Tío Tigre, este es un cuento de la selva, no hay internet.
-Bueno, entonces volvamos a lo de la oveja gris.
-Exactamente, son exquisitas, me han dicho, ¿no has probado ninguna?
-Ninguna.
-Bueno, en lugar de comerte a este conejo flaco y viejo, lo que debes de hacer es trepar allá arriba y comerte una suculenta oveja gris. 
-Esa ladera está muy empinada, protestó Tío Tigre.
-¿Pero no eres acaso un cazador experto?, ¿un animal feroz al que nada detiene cuando va tras su presa?, preguntó con sorna Tío Conejo.
-Es que últimamente me he sentido mal, se quejó Tío Tigre, muchos gases, no he podido dormir bien, me levanto tres veces por noche al baño y...
-Ya, ya, no me cuentes más, protestó Tío Conejo, no quiero saber tus detalles íntimos.
-¿Me harías un favor?
-Depende.
-¿Depende de qué?
-De que me sueltes el cuello y me devuelvas mi zanahoria gigante.
Tío Tigre lo soltó y Tío Conejo cayó como un saco de zanahorias, a punto de ahogarse.
-Ya está, dijo Tío Tigre, ahora lo que te voy a pedir es que...
-Ya sé, dijo Tío Conejo, que te ayude a subir hasta allá, ¿verdad?
-No, más bien que tú subas y me lances una.
-¿Tú sabes todo lo que pesa una oveja gris? 
-Solo la espantas hasta que caiga y listo.
-¿Te crees que es fácil espantar a una oveja gris con esta cara de ángel que tengo?
-Por favor...
-¿Escuché bien?
-Hazlo por mí... por nuestra amistad...
-Ay, mira Tío Tigre, ni por ti ni por nuestra amistad que no existe, lo voy a hacer para que me dejes en paz.
En seguida Tío Conejo se puso en marcha, mientras Tío Tigre aplaudía de alegría. Al fin se iba a comer una oveja gris.
Tío Conejo trepó por la empinada ladera y, una vez que estaba arriba gritó:
-¡Tío Tigreeee!, ¡ahí va la ovejaaaa!
Tío Tigre abrió los brazos y sacó las garras para atrapar tan suculento bocado, pero al ver que venía una mole a mucha velocidad, dudó.
-¿No es esa una roca?, preguntó.
-No seas tonto, gritó Tío Conejo, es una gorda oveja gris que parece roca. 
Tío Tigre abrió los brazos y pummmm trasssss pululúnnn ayayayyyy es lo que se escuchó a dos kilómetros a la redonda. Tío Tigre, una vez más había sido engañado por el astuto Tío Conejo, que muerto de la risa fue a contar a los demás animales, que Tío Tigre había abrazado una roca y estaba con la lengua afuera, tirado en la montaña.
Por suerte, la tierra estaba blanda, que si no, el pobre Tío Tigre se acababa de descalabrar. Cuando recobró el conocimiento, solo pudo mascullar:
-Apenas me recupere, va a ver ese Tío Conejo, y se volvió a desmayar.
 
De: “Cuentos de Tío Tigre, Tío Conejo y Juan Bobo” (2016)


LECTURA SUGERIDA CLXXI


“Juvenilia” de Miguel Cané
Colección “Clásicos de Siempre-Relatos y Novelas”
Longseller. Buenos Aires. 2014


sábado, 6 de agosto de 2016

GUILLERMO BUSTAMANTE ZAMUDIO (Colombia, Cali, 1958)

 
EL LICOSOGRO
 
-Lástima la extinción del licosogro.
-¿Y qué es un licosogro?
-¿No te digo que están extintos?
-Sí pero, ¿cómo eran?
--No sé, no quedó ninguno.
-¿Y cómo saber, entonces, que se extinguieron?
-¿Acaso has visto alguno?
-No lo sé…sin conocer su apariencia, ¿cómo saber si me he topado con uno?
-En todo caso, sería imposible, pues están extintos.
-Sí… lástima la extinción del licosogro.
 
De “Disposiciones y virtudes” (2016)


LECTURA SUGERIDA CLXX

 


Un elefante ocupa mucho espacio” de Elsa Bornemann

Ilustraciones de O¨Kif-MG

Colección “Alfaguara Infantil

Alfaguara. Buenos Aires. 2012



 

 

viernes, 5 de agosto de 2016

ZULMA FRAGA (Realicó, La Pampa, 1943)


YO QUE ANHELÉ SER OTRO
 
El viejo se puso de pie trabajosamente, volvió sus ojos casi ciegos al amarillo desvaído de una ciudad ajena. Pensó que así era, que debió morir muchos años antes en el Sur, en un duelo  a cuchillo con un compadrito que le erró al tajo y lo privó de una muerte soñada. Pensó, no pudo no pensar, que la vida lo había ido gastando y que ese lugar ya no era de Borges, ni del otro.
 
De “La vida es cabos sueltos”


LECTURA SUGERIDA CLXIX


Una excursión a los indios ranqueles” (Tomo 1 y 2) de Lucio V. Mansilla

Colección “GOLU: Grandes Obras de la Literatura Universal”

Kapelusz. Buenos Aires. 1972

 

 

 

jueves, 4 de agosto de 2016

JOSÉ AGUSTÍN SALOMÓN (Mendoza, 1989)

 

I

Silencio;

y el día amaneció

como mujer que se desnuda,

entre las voces milenarias de las aves.

 

II

Vos estás sola y libre y fresca como mañana;

yo te lanzo palabras desde mi rincón,

y tejo versos,

como una araña de papel

 

III

Quise salvar la vida de un insecto

que caminaba por mi mano;

y, sin quererlo, lo maté.

 

IV

De todas las horas

sólo me queda la mañana.

 

V

La huella fría,

que contiene tu paso,

tu nada entre la nieve,

nombra tu pie blanco

y se calla tu nombre.

 

VI

Tan inocentes, tan terribles

son las aves.

 

VII

Graves palomas pensativas,

cabizbajas, meditan su sombra.

Muda la brisa arruga el agua,

solitario un pez, grande y casi rojo,

salta

y hace un hueco en el silencio.

 

VIII

Negras siluetas

contra el cielo gris.

Los pájaros a veces saben

que no tienen memoria.

 

IX

Atardecer.

Noche inmortal.

(Pero sólo tengo palabras por un día,

no son eternos todos los versos;

los hay efímeros:

después de un día se evaporan.)