Creada en la Ciudad de General Alvear, Provincia de Mendoza, en el año 1935.

domingo, 27 de octubre de 2013

PARA COMPARTIR: SELECCIÓN DE VOCES


RAMÓN MARÍA DEL VALLE INCLÁN (1866-1936)
 EL PASAJERO

¡Tengo rota la vida! En el combate
de tantos años ya mi aliento cede,
y al orgulloso pensamiento abate
la idea de la muerte, que lo obsede.

Quisiera entrar en mí, vivir conmigo,
poder hacer la cruz sobre mi frente,
y sin saber de amigo ni enemigo,
apartado, vivir devotamente.

¿Dónde la verde quiebra de la altura
con rebaños y músicos pastores?
¿Dónde gozar de la visión tan pura

que hace hermanas las almas y las flores?
¿Dónde cavar en paz la sepultura
y hacer místico pan con mis dolores?


MIGUEL HERNÁNDEZ (1910-1942)
NO ME CONFORMO…

 No me conformo, no; me desespero
como si fuera un huracán de lava
en el presidio de una almendra esclava
o en el penal colgante de un jilguero.
Besarte fue besar un avispero
que me clava al tormento, y me desclava,
y cava un hoyo fúnebre, y lo cava
dentro del corazón donde me muero.
No me conformo, no: ya es tanto y tanto
idolatrar la imagen de tu beso
y perseguir el curso de tu aroma...
Un enterrado vivo por el llanto,
una revolución dentro de un hueso,
un rayo soy, sujeto a una redoma.

MANUEL ALTOLAGUIRRE (1905-1959)
LAS CARICIAS

¡Qué música del tacto 
las caricias contigo! 
¡Qué acordes tan profundos! 
¡Qué escalas de ternuras, 
de durezas, de goces! 
Nuestro amor silencioso 
y oscuro nos eleva 
a las eternas noches 
que separan altísimas 
los astros más distantes. 
¡Qué música del tacto 
las caricias contigo!

FRANCISCO VILLAESPESA (1877-1936)
BALADA DE AMOR

—Llaman a la puerta, madre. ¿Quién será?
—Es el viento, hija mía, que gime al pasar.
—No es el viento, madre. ¿No oyes suspirar?
—Es el viento que al paso deshoja un rosal.
—No es viento, madre. ¿No escuchas hablar?
—El viento que agita las olas del mar.
—No es el viento. ¿Oíste una voz gritar?
—El viento que al paso rompió algún cristal.
—Soy el amor —dicen—, que aquí quiere entrar...
—Duérmete, hija mía..., es el viento no más.

MANUEL ALCÁNTARA (1928)
SONETO PARA EMPEZAR UN AMOR

Ocurre que el olvido, antes de serlo,
fue grande amor, dorado cataclismo;
muchacha en el umbral de mi egoísmo,
¿qué va a pasar? mejor es no saberlo.

Muchacha con amor, ¿dónde ponerlo?
Amar son cercanías de uno mismo.
Como siempre, rodando en el abismo,
se irá el amor, sin verlo ni beberlo.

Tumbarse a ver qué pasa, eso es lo mío;
cumpliendo años irás en mi memoria,
viviendo para ayer, como una brasa,

porque no llegará la sangre al río,
porque un día seremos sólo historia
y lo de uno es tumbarse a ver qué pasa.


SONETO PARA ACABAR UN AMOR

He quemado el pañuelo por si acaso
se pudiera tejer de nuevo el lino.
Le sobra la mitad del vaso al vino
y más de media noche al cielo raso.

Tenía que pasar esto. Y el caso
es que estando yo siempre de camino
y estando tú parada, no te vi y no
me ha cogido el amor nunca de paso.

Puede que salga a relucir la historia
porque nunca se acaba lo que acaba,
que se queda a vivir en la memoria.

Echa a andar el amor que te he tenido
y se va no sé dónde. Donde estaba.
De donde no debiera haber salido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario