ANTEOJOS OSCUROS
ahora que uso anteojos oscuros
y puedo mirar sin que me vean
y llorar sin que tampoco me vean
soy todavía la impúdica observadora
y la desolada niña de las fotos
que siempre parece a punto de llorar
ahora puedo comprarme
una pequeña escultura en onix
o una rama tallada
y llenar un vaso con agua
para las violetas del jardín
o glasear las verduras
que comeré junto a los que amo
ahora que sé que voy a morir
cuando mi tiempo se cumpla
y tal vez ni siquiera lo sospeche
ahora es cuando sé que la vida
es triste y hermosa
y a veces cabe
en un vaso sencillo de agua clara
De: “Mariposas de Pekín”(2012)
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