Creada en la Ciudad de General Alvear, Provincia de Mendoza, en el año 1935.

martes, 21 de marzo de 2017

MANU ESPADA (España, Madrid, 1974)

 
HAPPY END (MICRORRELATO NEGRO)

Cuando el marido de Maruja llega del trabajo, le quita el culebrón que está viendo en la tele y mete un DVD. Ella no soporta las películas de cine negro que su esposo le obliga a ver cada tarde, así que se pone el batín azul y sale a la calle en pantuflas, con los rulos recién colocados. Entra en el bar de abajo para tomarse un anisete. El local no tiene halógenos en el techo, como de costumbre. La iluminación es tenue, los clientes se mueven entre sombras, a media luz. Las viejas losetas del suelo han sido sustituidas por un piso de madera noble. Han cambiado el mobiliario de metacrilato por otro de los años cincuenta. La atmósfera está cubierta de una neblina densa. Huele a Malboro. Varios individuos exhalan humo a bocanadas, como si hubieran derogado la Ley antitabaco. Cuatro tipos duros vestidos con gabardinas largas y sombreros de fieltro toman tragos en la barra. Whisky solo con hielo. Un hombre misterioso susurra algo al camarero en la penumbra, y de forma disimulada, le pasa un arma. Maruja se mira en el espejo de una columna. Su batín se ha convertido en un traje de noche, ajustado, con lentejuelas rojas. El vestido llega hasta los tobillos. Unos zapatos de tacón incrementan su estatura en diez centímetros. Se ve estupenda. Sus labios carmesí hacen juego con el cabello, una media melena que hace un momento estaba ribeteada con mechas rubias. “¿What happens here?”, dice Maruja en un perfecto inglés, con una voz tan grave como la vibración de la gruesa cuerda de un violonchelo. Maruja comienza a cantar frente a un micrófono clásico modelo “Shure 55SH”. El público la aplaude con entusiasmo. Con las primeras notas que salen de su prodigiosa garganta, el marido de Maruja regresa al salón con una cerveza y se sienta de nuevo en el sofá, frente a la tele. En la última escena de la película “L. A. Confidential”, su mujer, vestida con un traje de lentejuelas rojas canta el tema Makin' Whoopee. Al finalizar la canción, Russell Crowe estrecha lascivamente a Maruja entre sus brazos. El esposo observa cómo el barman le apunta con un revólver desde el otro lado de la pantalla.

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