BENEFICIOS DE LA ESCRITURA PARA SANAR TU INTERIOR SEGÚN LA PSICOLOGÍA
La creación artística es una cualidad que posee el ser humano, basta con observar la Historia de la Humanidad para darnos cuenta que siempre hemos tenido la necesidad de comunicarnos, actividad que el arte cubre de manera única y diferente; comenzamos con representaciones pictóricas en las cavernas; posteriormente se dio origen al lenguaje y se creó el alfabeto. Después de esto, las formas de comunicación han evolucionado, se han transformado y cambiado, siempre teniendo como eje central un tema: la expresión de aquello que vive dentro de nosotros, y tal vez sea la escritura el medio al que más recurrimos.
Escribir tiene muchos beneficios, entre otros, podemos encontrar que obliga a verbalizar lo que nos ocurre, tanto de manera externa como en nuestro interior. Al plasmar estos pensamientos pasan de ser abstractos a tomar forma y nos permite tomar distancia de la situación, al mismo tiempo que esto nos ayuda a reflexionar y a tratar de encontrar solución a los problemas que se nos presentan.
La escritura terapéutica nos brinda la posibilidad de acceder a nuestro potencial natural creativo, así como a descubrir nuestras emociones y pautas de pensamiento inconscientes. Con lo anterior se contribuye a reducir el estrés mental, reforzar la autoestima e incluso a fortalecer el sistema inmunológico. En definitiva, se pueden conseguir beneficios tanto a nivel psicológico como a nivel físico en general.
Se pueden diferenciar tres procesos en la realización de esta terapia:
Preescritura
Durante esta primera etapa el terapeuta asesora al receptor de la terapia para encontrar los medios y formas de desarrollar su trabajo de escritura.
Escritura
Es el proceso de escritura en sí mismo, el cual configura la catarsis, donde el receptor de la terapia libera sus emociones y pensamientos en el papel.
El proceso o lectura
Este punto consiste en analizar e interpretar lo escrito.
Durante los tres procesos mencionados tienen lugar actividades terapéuticas como el ordenamiento, la identificación, el reconocimiento y la regulación de lo que sentimos y pensamos. Encontramos funciones relacionadas con la reflexión y autorregulación emocional que nos permiten, como testigos, observar nuestros propios miedos, obsesiones, fobias, traumas, prejuicios, valores, etc.
Escribir experiencias traumáticas, un diario personal, nuestros sueños, poemas, relatos, una carta imaginaria a un amor del pasado o la simple escritura automática e instintiva nos pueden ayudar a saber más de nosotros mismos, a cambiar patrones de pensamientos, a transformar lo negativo en positivo, a realizar nuestra creatividad e imaginación dando forma a la experiencia, dándole, en resumen, sentido ético y estético a nuestra vida.
Uno de los mayores beneficios que tiene la escritura terapéutica es el desbloqueo emocional. Al igual que cuando hablamos, al escribir realizamos un ejercicio cuya dirección va de adentro hacia afuera, de esta manera liberamos lo que llevamos dentro, efectuamos un desbloqueo emocional muy intenso, ya que nos adentramos en regiones de la mente que necesitaban un lenguaje para ser manifestadas y, por consiguiente, reconocidas. Al hacer consciente lo inconsciente logramos sanarnos; lo que antes era un miedo irracional o una acción neurótica y compulsiva puede convertirse en un hecho cuyas causas quedan desveladas y así accedemos a comprender el origen latente del bloqueo.
Algunos ejemplos de grandes autores que resolvieron, a través de la escritura, padecimientos y situaciones traumáticas son:
Jorge Luis Borges
El escritor argentino escribió su relato “Funes el memorioso” a consecuencia de un problema de insomnio. Borges confesó que –tras escribir ese texto- se liberó del insomnio. Utilizó la escritura como una vía de autoterapia mediante la cual logró dar salida a las causas que producían su trastorno del sueño.
Isabel Allende
La escritora chilena cuenta que su novela “Paula” le ayudó de manera significativa a sobrellevar el dolor que le causó la enfermedad terminal de su hija, pues lo único que le permitió no hundirse en la depresión y la tristeza fue escribir lo que le sucedía en ese momento y hablar de su vida, de Paula y de todos los dolores y emociones que vivía durante esa terrible experiencia.
Dorothy Allison
Esta escritora estadounidense, cuyos textos se basan en temas como abuso sexual, abuso infantil, acoso escolar, feminismo y lesbianismo, contó que su texto “Bastardo fuera de Carolina” (Bastard out of Carolina) está basado en la historia de cómo ella fue abusada a los cinco años por su padrastro.
Junot Díaz
El escritor dominicano y estadounidense, ganador del premio Pulitzer y autor de “Drown”, señala que escribir le permitió volcar en ella las pérdidas que vivió a causa del colonialismo, la migración, la pobreza y el dolor por la enfermedad de su hermano.
Jay Neugeboren
El autor de “Imagining Robert: my Brother, Madness and Survival” relata cómo la escritura lo ayudó a entender sus sentimientos en relación a la enfermedad mental de su hermano.
James Ellroy
El autor de las novelas en las que se basan los éxitos cinematográficos “L.A. Confidential” y “La Dalia Negra” , confesó que se convirtió en escritor debido al asesinato de su madre.
Kenzaburo Oe
El segundo japonés ganador del premio Nobel de literatura, en 1994, fue profesor visitante de El Colegio de México de marzo a julio de 1976. En la novela “A Healing Family”, describe la difícil situación por la que pasó su familia a partir del nacimiento de su hijo discapacitado Hikari.
Alice Walker
La escritora afroamericana y ganadora del premio Pullitzer, encontró el alivio a sus profundas depresiones producidas por la ceguera parcial que su hermano padece a causa de un accidente del cual sus padres la responsabilizan.
Janet Frame
La novelista, escritora de cuentos y poeta neozelandesa tuvo una infancia marcada por la forma violenta en que su padre la trataba, sufrió la muerte por ahogo de dos hermanas y estuvo mal diagnosticada de esquizofrenia, el cual la llevó a estar ocho años internada y recibir más de 200 tratamientos de electroshock. Continuamente escribía hasta que un día tuvo la oportunidad de enviar su trabajo a un concurso. Este hecho no permitió que fuera sometida a una lobotomía, ya que ganó el primer premio.
Imre Kertész
Este escritor húngaro, sobreviviente a los campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en el 2002. Sin duda, la escritura lo ayudó a decantar todo lo que tenía en su interior después de dicha experiencia: “No poseo otra identidad que el escribir”, confesión que dejó claro ese hecho.
También los poetas Joan Margarit, Antonio Machado, José Ángel Valente, Jorge Manrique, entre otros, utilizaron la escritura para salvarse a sí mismos de su propio sufrimiento ante la muerte de un ser querido. En definitiva, experiencias traumáticas y padecimientos que son enfrentados en el papel, comprendidos y liberados.
La escritura expresiva no sólo ayuda a los pacientes de algunas dolencias graves, sino que beneficia a personas con traumas psicológicos. Las palabras plasmadas permiten comunicarnos con los demás y también con nosotros mismos. Esta práctica alivia de alguna manera los dolores del cuerpo y cierra las cicatrices del alma.
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A veces sólo necesitamos tomar un pedazo de papel, un lápiz y permitir que nuestro ser interior se exprese a través de las palabras, por esa razón te compartimos razones para escribir todos los días y cambiar tu vida.
Nota: el autor del presente trabajo de divulgación es escritor y Licenciado en Psicología Educativa por la Universidad Nacional Autónoma de México.
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