REPARTO
Debería matarlos con la indiferencia y comenzar otra etapa, pero la mágica felicidad que transmiten me impide olvidarlos. Si bien ella se ve bonita no es eso lo que me preocupa, estoy segura de que la favorece una luz especial. Tampoco me afecta que esté usando los elegantes vestidos que me estaban destinados.
Se trata de una historia de amor, mía por derecho propio. Y me la robaron.
A ellos dos no puedo dejar de cruzármelos a diario, y siempre espero leer en sus ojos un signo de remordimiento, o espero que me mencionen siquiera como una sombra en sus vidas. Nunca lo harán, lo sé. Cuando cayó el avión en el cual yo viajaba a Miami, morí en el acto. Me lloraron por un tiempo pero enseguida retiraron mi nombre de los créditos. Fue en el capítulo trece, mal número por cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario