LA PIEZA DIECISIETE
El timbre anuncia tu llegada. Te esperaba, sabía que vendrías. Apareces como siempre un poco nervioso e intentando bromear para calmarte. Adelante, te digo ceremoniosa y te beso en la mejilla. Entras, cruzamos pocas palabras y sin más te recuesto. Te miro tendido, pasivo, entregado. Sé que cada vez que vienes a verme, sientes miedo. Acerco mi cara a la tuya y comienzo a jugar con tu boca. Boca salivosa y lengua resbaladiza que intento doblegar sin lograrlo. Minuciosa, recorro tus dientes, tus encías. Intentas habar, pero emites sólo sonidos. Sigo trabajando sin descanso en ese espacio húmedo, hasta que me doy cuenta de que se hace tarde y debo terminar. Me separo de ti sin miramientos. Me preguntas anhelante que cómo te encontré. Todavía falta un poco respondo. La otra semana vamos a obturar la pieza diecisiete. Y la veinte, necesita tratamiento de conductos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario