INJUSTICIA
Aquel, aquel, oficial. El rubiecito, el muy desgraciado me agarró desprevenida. Me engañó con su aspecto infantil. Sí, ya sé, a esta altura de mi vida debí ser más astuta. Haga algo ¿no ve cómo me dejó? Que esto no quede así, él será Cupido pero yo tengo una vida organizada.
De “Oíd el ruido de rotas metáforas” (2015)
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