LAS
CAUSAS OCULTAS
—¡Me tenés
podrida con llamarme «La Bruja» delante de tus amigotes! ¡Tengo nombre, carajo!
¡Si querés que sea bruja, entonces vas a ver! ¡Mirá cómo salgo gritando: «¡Soy
una bruja, soy una bruja!» —le dijo Elizabeth How a su marido, mientras salía a
la calle, a grito pelado, rompiendo la calma veraniega de aquel 15 de julio de
1692 en la tranquila villa de Salem, en la colonia de Nueva Inglaterra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario