Amanece
El origen del día
no es obra del sol. Lo construye el sueño
del labrador
cuando sale en busca
de la tierra encendida.
Los girasoles
Con frecuencia miraba atentamente.
Nada parecía tan estremecedor
que aquellas órbitas amarillas
extraviadas en los muros del crepúsculo.
Nada se parecía tanto a un sueño
y sin embargo
el majestuoso silencio del campo
sorprendió al niño desamparado. Entonces tuve miedo
y regresé llorando a los brazos de mi madre.
Mirares
Crepúsculo en fuga sobre el río.
Mi mirar sólo advierte tu mirar
y nos quedamos en silencio
mientras el horizonte se azula
en busca de otro cielo.
Dos pájaros de vuelo breve
encienden el amor
bajo la brisa de enero.
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