LIÑANDO
-Anoche –contaba Zapata- , después que se fue la balsa, andaba cazando un surubí frente a lo de Moncho Camacho. Zambullía juerte el animal, y salimoj a liñarlo. La noche estaba clarita y el río corría manso. Yo apronté la fija, por las dudas. Anduvimos hasta medianoche y no lo pudimos prender.
“Por ahí, el muchacho que iba a la popa del chinchorro, ensartó algo pesau, empezó a tirar de la liña y me gritó…:Tata , algo grande se ha prendido. ..” Quedamos como varaus, plantaus en medio de la cancha. Largué los remos y el bicho apenas si se movía un jeme. “Surubí no es” dijo. “No hace juerza”. Y seguimos recogiendo, despacio…
“¿Saben lo que sacamos, al fin…? Venía a los borbollones, y cuando sacó la cabeza nos comenzó a tratar y a destratar como quiso. Lo sacamos al Hilario Banegas, que se había quedaudormido…”
Nos reímos todos, y concluyó Zapata:
-Apenas sacó cabeza y se prendió de la canúa, me dijo Banegas…:”Pero che, Zapata.¿en qué país vivimos? Ya no se puede estar tranquilo ni abajo del agua…”.
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