ADORACIÓN
El mar adora a los soñadores. Por eso, engulle con olas descomunales a aquellos que gustan pasar largo tiempo sentados en el muelle, imaginando un futuro casi perfecto que nunca llegará. Cree que así roba sus sueños, para poder disfrutarlos él mismo en las solitarias noches frías del invierno.
También le gustan los pescadores, pero a ellos los devora por simple venganza.
De “Instantáneas” (2010)
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