DEFINIR UN POEMA
Un poema es un loco de atar, un loco cabra
que anda por el cerebro diciendo que es la rosa;
combinando sonidos, buscando una palabra
con trinos de jilgueros y alas de mariposa.
que anda por el cerebro diciendo que es la rosa;
combinando sonidos, buscando una palabra
con trinos de jilgueros y alas de mariposa.
Nos habla en un idioma roto y desocupado,
se mete en las postales, penetra en los espejos;
nos conversa al oído cuando está a nuestro lado,
y en las tardes de lluvia nos mira desde lejos.
se mete en las postales, penetra en los espejos;
nos conversa al oído cuando está a nuestro lado,
y en las tardes de lluvia nos mira desde lejos.
Aparece en los libros poblados de dibujos
entre niños con alas y columpios violeta,
zíngaros con sonajas, violín y pandereta,
sandalias de gitanos y redomas de brujos.
entre niños con alas y columpios violeta,
zíngaros con sonajas, violín y pandereta,
sandalias de gitanos y redomas de brujos.
Y se pasa de noche, se pasa de día,
como se pasa el viento arpado en la floresta,
poniéndole otros nombres a la melancolía
y dando al corazón como bombo de fiesta.
como se pasa el viento arpado en la floresta,
poniéndole otros nombres a la melancolía
y dando al corazón como bombo de fiesta.
Nervioso como un largo desvelo de campana,
en su torre de angustia, vive al filo del grito;
inleve y fugitivo, le basta una ventana
para empezar el viaje con rumbo al infinito.
en su torre de angustia, vive al filo del grito;
inleve y fugitivo, le basta una ventana
para empezar el viaje con rumbo al infinito.
Una tarde nos llega con faz adolorida
musitando, alma adentro, una décima trunca
que cuenta de las cosas dolientes de la vida...
(Mas, el último verso no lo sabremos nunca...)
musitando, alma adentro, una décima trunca
que cuenta de las cosas dolientes de la vida...
(Mas, el último verso no lo sabremos nunca...)
Hasta que, de repente, nos pone en la garganta
unas ganas terribles de gritarse los versos
y decir a la gente: «¡Mira el futuro y canta
que tengo para darte todos los universos!»
unas ganas terribles de gritarse los versos
y decir a la gente: «¡Mira el futuro y canta
que tengo para darte todos los universos!»
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