EL REGRESO
No vayas a dormir, no.
Querido, todavía hay mucho por recorrer,
no te acerques demasiado a las
tentaciones del bosque,
no pierdas la esperanza.
Escribe la dirección
con nieve derretida en tu mano
no te apoyes en mi hombro
mientras atravesamos la niebla del amanecer.
Levantando la transparente cortina de la tormenta
llegaremos adonde venimos
un verdoso disco de tierra
alrededor de una vieja pagoda.
Allí cuidaré
tus preocupados sueños
y te apartaré del flujo de las noches
dejando sólo los tambores de bronce
y el sol.
Más allá de la pagoda
pequeñas y silenciosas olas
alcanzan la playa
y temblando, retroceden.
ESTA GENERACIÓN
Las noches oscuras me dieron ojos oscuros.
Yo, sin embargo, los utilizo para buscar la luz.
Yo, sin embargo, los utilizo para buscar la luz.
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