MÓNICA CAZÓN (Tucumán)
PATRIOTA CONTEMPORÁNEO
Señor Juez necesito explicarle, me casé por un acto fallido, seguí adelante con ese matrimonio gracias a un acto de valentía y me divorcio en defensa propia.
¿Podría usted firmar sin demora el Acta de la Independencia?
NANIM REKACZ (Carmen de Patagones, Buenos Aires)
JUEGO DE ROLES
Cansado de ser salmón, se convirtió en oso.
Fue maravilloso hasta que llegaron el hombre y su fusil.
LAURA NICASTRO (Buenos Aires)
VENGANZA
La cortejaba desde hacía un tiempo. Le ofrecía golosinas, le traía regalitos que ella aceptaba como todas las mujeres acostumbradas a la admiración masculina, coincidían en los eventos sociales. A menudo, salían juntos aunque –dadas las circunstancias imperantes- nunca solos. Ella era de pocas palabras, se dejaba tomar de la mano.
Pero una vez y desde lejos, él vio cómo ella admitía un beso de otro. Él se le plantó delante y con un temblor, mirándola a los ojos profundamente celestes que lo desvelaban, le dijo “o él o yo”. Ella, sin responder, se dio vuelta y se alejó caminando a paso firme, sin volver la cabeza.
Por eso, cuando él invitó a todos sus compañeros a soplar las seis velitas de su torta de cumpleaños, a ella, a la ingrata, la ignoró.
NORAH SCARPA FILSINGER (Tucumán)
PEQUEÑA FÁBULA SIN IMPORTANCIA
El gato persa, rechoncho y peludo, que dormita entre almohadones de plumas, nunca llena su estómago. Reclama porque todo lo que va a su plato le resulta insuficiente. Reclama si acaso algún ratoncito mordisquea una cascarita de su pan. Los ratones, sometidos pero solidarios, arriman lo que tienen a su alcance, privándose del propio
alimento. Cada vez engorda más el gato y cada vez enflaquecen más los ratones.
El gato sabe convencerlos de que así, son todos felices.
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