BAJO PRESIÓN
El estrépito de los motores del cielo azul es ensordecedor.
Vivimos estremecidos en este lugar de trabajo
donde las profundidades del océano de pronto pueden aparecer—
conchas y teléfonos zumbando.
No se puede admirar la belleza más que al sesgo, de prisa.
El grano denso en el campo, multitud de colores en un arroyo amarillo.
Las inquietas sombras en mi cabeza se arrojan ahí.
Quieren meterse en el grano y transformarse en oro.
Llega la oscuridad. A medianoche me voy a la cama.
El barco más pequeño sale del barco más grande
Estás solo en el agua.
El casco oscuro de la sociedad se desplaza cada vez más lejos.
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