LAS ORQUIDEAS COMO INSTRUMENTO DE DOMINACIÓN
Amo la orquídea
Esa pequeña vagina
Que me sonríe al pasar
No sé por qué pero de pronto me vienen a la mente
Ideas sucias que sólo comparto con mi veterinario
Le digo que a Pimpinela le gusta otear la flor
De la vecina del 302
Que saca su macetero al sol de 11 a 4
Todos los días excepto los domingos dedicados al cultivo del espíritu
En primavera
Noto que su orquídea se aleja lentamente de su puerta
Y va subiendo escalones hasta llegar frente a la mía
No sé cómo ha encontrado los pretextos perfectos
Para pedirme que se la riegue
Que le abra los pétalos y le estimule rudamente el sépalo dorsal
Y juguetee con mi dedo medio sobre la superficie delicada
Pimpinela se molesta con la presencia de la vecina del 302
El lunes viene siendo el día en que se debe curar
De los puntapiés que recibe los domingos
Mi veterinario insiste en que debería deshacerme de ella
Yo en el auto pienso
Si se refiere a Pimpinela
A la vecina
O a la orquídea sonriente
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