EL CALOR DE NUESTRAS MANOS…
El calor de nuestras manos
no alcanza
para protegerte.
Venimos hasta vos
a diario
para que tu cuerpo pequeñito
nos dé la vida
que nos falta,
y que nos concedas la gracia
de que el día,
que recién comienza
y ya termina,
vuelva a nacer
mañana.
Manos sabias
vuelven a guardarte.
Nos vamos
y el corazón
será una tierra de nadie
hasta que volvamos.
De: “La vida numerosa” (2014)
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