hija
yo no puedo salvarte de nada
pero te prometo un paraguas roto
un poema a media mañana
la soledad de la única flor de la enredadera
la canción con la que te acuné
los feriados al sol leyéndote cuentos
la mamadera tibia
los caramelos de menta
mi abrazo que es como la flor de esa enredadera
una oración
el arroz pasado con aceite normal según vos
cualquiera que no sea de oliva
las aceitunas de la pizza que pedimos los viernes
los automóviles con patentes impares
el color rojo
la lluvia en las mañanas del sábado
los grillos en la caja de fósforos
los caminos que siempre van a Roma
y los otros que nunca se sabe
bueno
que duermas bien
te extraño
mayo se ha perdido
junio es un animalito suelto en el patio.
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