ARTEFACTO SUIZO
Las cajas ya estaban en el depósito y decidimos abrir una para colocar la novedad en la vidriera.
A medida que Gervasio nos leía el instructivo, nosotros colocamos las piezas. Lo arrimamos a la pared y, como ya iban a ser las cuatro, nos quedamos mirándolo fijo por si aparecía el pajarito. En eso entra don Beremundo y, al vernos tan en silencio y ensimismados, nos mira y nos pregunta a qué jugábamos con el orinal de Herbert.
Por nuestra parte, nos quedamos asombradísimos. Nunca supusimos que los suizos hicieran otras cosas.
De “Inés se turba sola” (2015)
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