FANTASMA TRADICIONAL
En mitad de la noche, la sábana se despertó y salió a trabajar.
LA FAMA POR LA MITAD
“Cada día que pasa se hace más difícil preservar el misterio; ayer, por ejemplo, los mortales descubrieron que no caminaba yo sobre las aguas, sino que apoyaba mis pies sobre un delfín”, recordó, los ojos medio arrasados por cierta decadencia, hasta que un fuerte soplo del este lo remontó sin esfuerzo, los brazos aleteantes, en cruz, la túnica flameando.
LA VÍCTIMA INTERESANTE
El centinela apuntó su fusil a un pedazo de frío que rondaba por allí, y gritó:
-¡Alto! ¿Quién vive?
La muerte festejó la paradoja y no lo mató enseguida.
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