FORMAS DE CONVERSACIÓN
El puñal tiene su política silenciosa que respeto pero que no comparto. Debo aceptar que a mi me gusta más la conversación de un buen tiroteo. No ya el griterio medio irrespetuoso de un bombardeo o la falta de coherencia de una granada de fragmentación.
Lo mío es la búsqueda del estilo adecuado que hagan de la trayectoria y el impacto un argumento demoledor.
ESTÁN MIRANDO
Puede que digan que no me están observando, pero lo están haciendo. Atentamente. Aunque disimulen yéndose de mi presencia. Cualquier excusa es buena para vigilar mis movimientos, hasta cuando me quedo inmóvil y parece que nada nuevo fuera a pasar, que finalmente algo definitivo hubiese llegado, pero después nada de eso, porque, por ejemplo, suena el teléfono y debo ir a atender y aunque era número equivocado, tengo la sensación de que algo querían, algo estaban buscando.
ALGUNAS COSAS
A veces me siento extraño en sueños. Pero pienso que no es nada del otro mundo que cuando despierte aún floten cosas en el cuarto, alguna pierna suelta, una cabeza desconocida, un pie, un recuerdo que busca la ventana abierta.
LAS MISMAS COSAS
En las paredes acolchadas encuentra un pequeño hueco. Por la noche, cuando los guardias no lo ven, se escapa por allí y gatea en busca de la salida. Durante horas se arrastra por un interminable túnel con inquebrantable voluntad.
Finalmente, ve una intensa luz y apura el paso. Sin darse cuenta cae y rebota sobre paredes acolchadas. Al alzar su cabeza, ve a un hombre igual a él que apenas lo descubre comienza a gritar.
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