LA PILETA DEL FONDO DE MI CASA
La pileta del fondo de mi casa
sigue armada, lejos
quedó la primavera, el verano,
el calor sofocante
que nos llevaba a tirarnos
de cabeza al agua fresca.
Lejos quedaron las ganas
de llenarla, de estar mojados
pensando en playas
y mujeres hermosas.
Pero, sigue armada
en el fondo, resiste
entre hojas secas,
agua sucia verde,
resiste en el viento de invierno,
a veces, alguna tormenta
la limpia y me ahorra
el trabajo que debería hacer.
De vez en cuando, mi abuela se acuerda
y me dice: Ariel, cuándo vas
a desarmar esa pileta?
Mañana nona, mañana
LA PEQUEÑA VERRUGA
En la cama desnudos
acaricias mi pierna izquierda,
cuando tu mano llega
a mi rodilla, la sacas enseguida
sorprendida del asco que te produce
mi verruga.
Me decís, con aire molesto
y quejoso: cuándo te vas a sacar
esa verruga horrible?
Entre risas tímidas,
en voz baja te digo en el oído:
no me la voy sacar
porque cuando me dejes
o alguna vez tengas un amante
tus manos recorrerán la pierna de otro
y al llegar a la rodilla
las yemas se erizarán por un vacío
al no sentir el asco que te produce
la pequeña verruga
de mi rodilla izquierda.
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