En el vientre impaciente de la lavadora
los colores se mueven por capricho
cuando voltea la máquina, se mece,
contorsiona su línea vertebral
sometida por leyes intrigantes
al ajustado margen del temblor,
la sacudida, el espasmo.
El rojo, el amarillo, el verde menta
se confunden y mezclan, recolocan
la paleta original de los colores,
abigarran el agua con sus tonos,
se exprimen para ofrecerse hermosos y amarrados
al jabón, la lejía abrasadora.
Componen un universo impredecible
y juegan a que tiñen el lino, el algodón,
las telas indefensas en el inquieto espacio,
las telas que se apropian del gris,
azul marengo,
para el forro o la costura primorosa,
aprensivas, temibles en su ira
si el resultado es torpe o irritante.
Hasta que no interrumpo el movimiento
y apago ese artefacto incomprensible,
no vuelve cada prenda con su primera imagen,
con la forma natural, la liberada
del sueño, la fantasía venturosa.
Nota: María Ángeles Martínez (Valladolid, España, 1967) es poeta y profesora titular de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Salamanca. Ha publicado los libros: Tratado sobre la geografía del desastre (México, UAM, 1997), La sola materia (Premio Tardor, Alicante, Aguaclara, 1998), Carnalidad del frío (XVIII Premio de Poesía “Ciudad de Badajoz”, Sevilla, Algaida, 2000), La ausente (Cáceres, Diputación, 2004) y Atavío y puñal (Zaragoza, Olifante, 2012). También ha publicado las plaquettes El ángel de la ira (Zamora, Lucerna, 1999) y Pasión vertical (Barcelona, Cafè Central, 2007). En Catorce vidas (Poesía 1995-2009) se recogieron todos sus libros hasta 2010. Antologías de su obra son Libro del arrebato (Plasencia, Alcancía, 2005), Materia reservada (Caracas, El perro y la rana, 2007) y Segunda mudanza (México, UAM, 2012). Poemas suyos están traducidos al inglés, francés, italiano, neerlandés y armenio.
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