PUNTOS DE VISTA
Cansado de la burla de sus hermanitos, el patito feo decidió abandonar la parvada y lanzarse en búsqueda de un nuevo hogar. Tras varias horas de caminata, llegó hasta una casita perdida en medio del bosque. Golpeó la puerta con su pico tembloroso y una niña sonriente respondió al llamado, quién al verlo tan desprotegido, lo tomó entre sus brazos y corrió contenta a mostrárselo a su madre.
-¡Qué bueno! –pensó el patito, feliz por haber encontrado una familia.
-¡Qué lindo! –se alegró la niña, entusiasmada con la nueva mascota.
-¡Qué rico! –exclamó la mamá, mientras buscaba la receta del pato a la naranja.
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