LAS TARDES
Cierto hombre pasaba, desde hacía treinta años, todas las tardes en casa de la señora X. Un día, la esposa de este hombre falleció. Todos creyeron que se casaría con la otra y hasta lo alentaron a hacerlo.
El se negó.
- No sabría dónde pasar mis tardes -dijo.
El se negó.
- No sabría dónde pasar mis tardes -dijo.
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