CARTA A CAPERUCITA ROJA
Niña de cuento, te piso ayuda:
no me abandones con esta duda.
¿Andabas tan encaperuzada
que –a causa de eso- no veías nada?
¿Cómo es posible –Caperucita-
que confundieras a tu abuelita?
¿Tal vez tenía cara de loba?
¿Era taaan rara…? (¿O tú eras boba?).
De “Disparatario”
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