“La boca del artista”
Al final del día, el artista ordena y guarda todo. Luego, abre la billetera. Encuentra diez felicitaciones, treinta y dos palmadas y doce adjetivos calificativos acerca de su obra. Mira todo, un tanto extrañado, y la pregunta se le cae de la boca: ¿Algo de esto se come?.
“Telegrama de entrega inmediata”
Tengo los dedos helados. Me ofrecieron guantes. Mis manos se negaron a gritos. Dicen que no negocian, que tus manos o nada.
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