MALA PRAXIS
A falta de vástagos humanos
adoptamos una lagart-hija
apareció espontánea
regalo de los dioses que soplaron Zonda
vivió un par de meses
en la bacha del patio
allí tenía agua, el amparo de los caños
igual, le hicimos un refugio
con el cartón de una caja
la alimentación intentó ser balanceada
alguna que otra vez, le llevamos larvitas
o pequeñas arañas
incluso dejamos, como cebo, la cáscara amarilla
de una fruta que atrajera otros insectos
era algo tímida,
pobre,
cuando la visitábamos, huía
por eso respetamos su espacio
y la quisimos
con todo nuestro amor
a la distancia
duró lo que duró
hasta que un día
la encontramos
muertita, debajo del cartón
adherida a la pileta, occisa
su fina piel sobre el metal:
sticker del horror
de nuestra inexperiencia
como padres.
De: “Ácaros al sol” (2011)
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