LA VEGETALISCOMECARNUS O “PIRAÑA DE JARDÍN”
El camuflaje o disfrazomanía naturis es un truquito que muchos seres vivos utilizan para pasar desapercibidos ante sus predadores o simplemente, porque andan con ganas de jorobar.
El ejemplo más famoso de disfrazomanía naturis sin dudas es el del camaleón, pero podemos citar a la mantis religiosa: insecto que se queda quietito y duro como un lápiz para
La disfrazomanía naturis se presenta en el mundo vegetal. Recientemente se descubrió a la vegetaliscomecarnus.
La vegetaliscomecarnus es una planta carnívora.
Mejor dicho, la que come carne es su flor.
Para proveerse su alimento, la muy pilla se enmascara como una inocente margarita o una perfumadísima rosa o un adorable clavel. Entonces espera que se acerque una mosca o una abeja y le lanza la destellada para tragársela de un bocado. Sin embargo, por su condición de carnívora, de entre los insectos prefieren a las pintorescas vaquitas de San Antonio.
Se conocen casos de personas que pasaron junto a lo que parecía un poético girasol y perdieron lo dedos de los pies o recibieron flor de mordiscón en un talón. Triste fue el episodio de Amorina Mascanueces, una viuda que, llorosa, fue a colocar un supuesto malvón en la tumba de su marido pero antes pretendió oler su perfume y se quedó sin nariz.
Otro caso involucra a Camilo Entrecotte, conocido carnicero barrial. Su hija menor le regaló lo que a simple vista parecía un encantador nardo, el cual fue ubicado en un rincón de la carnicería del antes mencionado. Al día siguiente, cuando ingresó al local descubrió que durante la noche habían desaparecido todas las tiras de costillas, cien kilos de nalga de primera y toda la carne molida que tenía para la venta.
Lo peligroso es que la vegetaliscomecarnus come carne desde que es semilla. Por eso, se recomienda no ponerse alguna semilla en los bolsillos sin antes verificar que no sea de esta glotonísima especie, caso contrario uno descubrirá lo doloroso que resulta un inesperado mordizco en una pompis.
Es una especie en constante evolución esta vegetaliscomecarnus, también conocida como “piraña del jardín”. Algunas enciclopedias mencionan supuestas siemprevivas que se tragan perros a los cuales antes sazonaron con romero o tomillo, y nomeolvides que prepararon sándwiches con canarios que se mandaron al buche sin masticarlos siquiera.
La señorita Carmelina Pomodoro se propuso crear un método para identificar si un bello narciso o un dulce geranio es o no una voracísima vegetaliscomecarnus. Lo hizo luego de perder once gatos y descubrir que los claveles que criaba en una maceta del patio escupían pelos y algunos hasta eructaban.
Su sistema es simple, pero inteligente. Cuando va a un vivero, la brillante señorita Carmelina Pomodoro zangolotea una costeleta por encima de las flores: si alguna tira el mordisco o comienza a sudar tratando de evitar darse a conocer, entonces no la compra o pide que a la flor se le coloque bozal.
Siempre incansable en su búsqueda por hacer nuestras vidas más confortables y seguras, la señorita Carmelina Pomodoro también halló otro modo de dejar en evidencia a estas tramposas por naturaleza. Cuando sospecha que se encuentra frente a una vegetaliscomecarnus haciéndose pasar por un cándido alelí, lo riega con caldo preparado en base a un cubito sabor carne o gallina. Si la flor pide más o se relame, entonces no quedan dudas.
Igualmente, ella explica, el hecho de que sean carnívoras no significa que no podamos tenerlas en nuestros hogares. Sin embargo, aconseja dejar cerca de la vegetaliscomecarnus un pomo con dentífrico y un cepillo para los dientes.
Si ya es feo recibir una traicionera tarascada en un moflete o una mano, mucho peor es cultivar flores que tengan mal aliento o que debamos llevar al odontólogo porque tienen los dientes cariados.
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